miércoles, agosto 09, 2006

INDIOS AMERICANOS: LA LEYENDA DE OJO DE ÁGUILA

He leído recientemente varios libros, que quizá comente o no. Uno de ellos se titula Mitos y leyendas de los indios americanos, escrito por R.R. Ayala. Editado por Edicomunicación dentro de la colección Olimpo, se trata de una colección baratita de las que se encuentran en las ferias del libro españolas, una de esas que reeditan textos clásicos sobre mitología, más o menos desfasados o irregularmente escritos, pero siempre interesantes. Hace ya cuatro o cinco años compré en Murcia, muy baratitos, 14 de estos volúmenes dedicados a mitologías que no me son familiares, como la egipcia, la china, la japonesa, la de los pueblos asiáticos o la de los puebos de Oceanía. Por supuesto, no compré el tomo dedicado a la griega ni a la azteca porque libros de éstas ya tengo muchos.

Me interesaba leer en estos días el tomo dedicado a los mitos y leyendas de los indios americanos, aquellos pueblos nómadas que corrían detrás del bisonte y que permanecen inmortalizados para siempre en el cine western que tan importante ha sido en la vida de muchos. Ha sido una grata lectura donde me he sorprendido al encontrar dos leyendas que se guardan correspondencia con el mito griego de Prometeo y otra con la leyenda de Romeo y Julieta, que a su vez, es una recreación del mito de Píramo y Tisbe. Como profe de mitología que soy, voy a reproducir entre hoy y mañana las dos leyendas para que vosotros mismos saquéis conclusiones sobre las coincidencias y las divergencias. Empiezo hoy con "el Prometeo" apache. Quien no recuerde bien quién fue Prometeo, que lo mire aquí:

La leyenda de Ojo de Águila

En los comienzos, Ojo de Águila tenía el fuego en tierras lejanas del sur, más allá de los márgenes del gran curso de agua. En efecto, las gentes de la región no conocían el fuego real, aunque sí poseían una apariencia de fuego, en realidad inservible. No servía para calentar ni para guisar los alimentos, por lo que se mantenían a base de verduras y pescado crudos. Al Oeste, sí existía el fuego, pero tampoco servía para cocinar. En el Norte y en el Este vivían muchas personas, pero carecían asimismo de un fuego eficaz. Todos se preguntaban dónde se hallaba el fuego sin saber cómo podían descubrirlo. Una noche, todos los habitantes de la comunidad, mujeres y niños incluidos, fueron en busca del fuego, cubriendo un amplísimo territorio, pero a pesar de escudriñarlo todo no pudieron encontrar e1 fuego. A continuación se celebró un consejo de los jefes de la comunidad india, y al final determinaron que el mas valiente de entre ellos debía descender al Infierno, donde era seguro que había fuego, un "buen" fuego. Fue Ojo de Águila quien bajó por un hoyo oscuro que después se ensanchaba en forma de embudo invertido. Cuando llegó al infierno, donde vio centenares de espíritus malignos, que atizaban el fuego que llameaba por doquier, Ojo de Águila se puso al acecho, aguardando su oportunidad. De este modo transcurrieron varios días, al parecer, puesto que el tiempo no pasa igual en aquel reino malvado que en la Tierra, hasta que, durante una ceremonia infernal, que reunió a todos los malos espirirus del lugar, consiguió apoderarse de unas llamas que, ante su gran extrañeza, no le quemaban a pesar de su gran intensidad y del calor insoportable que despedían. Luego nunca supo de qué manera había salido del infierno y llegado a su tribu, portador del fuego. El hechicero de la comunidad reclamó las llamas, puesto que, según el, era necesario purificar aquel fuego procedente del infierno, donde reina todo el mal. Acto seguido, reunió a los ancianos y jefes de la comunidad y procedió a ejecutar, después de ataviarse debidamente para la ocasión, una danza ritual, cuya duración fue de tres días, al cabo de los cuales declaró que el fuego estaba ya purificado, por lo que podía ser utilizado para los usos cotidianos de toda la tribu. De esta manera, las tribus indias de America del Norte empezaron a disfrutar de los beneficios que el fuego proporciona a la Humanidad.

(c) R.R. Ayala, Mitos y leyendas de los indios americanos. Edicomunicación. Barcelona, 1998, pp. 90-91.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué tal las vacaciones? Espero la haya pasado muy bien.

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

Cada vez estoy más convencido de que todos los seres humanos compartimos un pasado común, y que la raza humana es una sóla. También estoy convencido de que todos vivimos una vida objetiva y una subjetiva, que existe a pesar de que no opere, aparentemente, bajo los mecanismos de la vida objetiva, y de que los tecnócratas como los que abundan en la localidad no lo reconozcan. Ésta se manifiesta en el sueño y el la fantasía, que se corresponde y debe equilibrarse con la vida de las obligaciones y la necesidad de sobrevivir. Qué lástima que los indígenas norteamericanos sean gentes tan llenas de complejos y que sean más conocidos como gentes alcoholicas y perezosas que como la etnia (o no sé cual sea la forma más adecuada de llamarle) más saludable que hubo sobre la tierra que alguna vez fueron.

Un abrazo. Es bueno que estés de vuelta, y, lo que nunca habría dicho yo, es bueno estar de vuelta, y como dijo Juanga, "no cabe duda que la costumbre es más fuerte que el amor."

Anónimo dijo...

Very interesting!, a ver si sacas despues un poco mas de esos mitos de los indios nativo-americanos, que son un misterio para mi.

Hipolitta dijo...

Porqué te sorprendió la correspondencia?
Los mitos se repiten de un pueblo al otro, posiblemente porque el hombre se hace preguntas parecidas.
Saludos

Jose C. M. dijo...

hola como esta?!
Me interesó el tema sobre leyendas nativo a mericanas, pero debo decirle que, aunque no me conozco la leyendas de todas las naciones indias, si tengo que decirle que gran parte de los pueblos no tenian la idea de un "cielo e infierno" como el sistema crisitano. Por eso me estraña mucho esta Leyenda. y la verdad que me interesa el libro que expone, pero me descuadra un poco esta leyenda.
Un saludo

El Pobresor Gafapasta dijo...

Hola, José C. M.

Habría que ver de dónde tomó esta versión el señor Ayala, porque muchos llaman infierno al mundo de ultratumba de diversas culturas sin que nada tenga que ver con el infierno cristiano, como bien dices. donde principalmente se sufre mucho.

Un saludote.