miércoles, abril 25, 2012

APACHE, DE ROBERT ALDRICH

Buen film saturado de hermosos colores. La deliciosa Jean Peters y el atlético Burt Lancaster interpretan a dos imposibles apaches de ojos azules, y en el azul de esos ojos se suicida el sentimiento de culpa del hombre blanco y del gringo wasp.  El oficio de Aldrich salva un film vibrante siempre, sin duda no a la altura de sus mejores obras, pero sí bien templado y con notables momentos dramáticos y de intimidad, aunque lo pierde su candoroso final. Y es que, hasta ese final, Apache bien podría haber sido la enésima versión de High Sierra, película grandiosa de Raoul Walsh que él mismo versionó en Juntos hasta la muerte (Colorado Territory, 1949). Pero ese final, donde este indio rebelde se regenera, es improbable. No porque queramos que todos los indios rebeldes mueran en las películas, pobres indios, alguno de vez en cuando debe de regenerarse antes que morir, sino porque Apache ha cometido demasiadas tropelías (y asesinatos de hombres blancos) como para que al final todo acabe de rositas. Quizá lo que pretendían los autores del guión, y más probablemente los productores, era consolar un tanto su conciencia con la contemplación del indio que se regenera y se vuelve “buen salvaje”. La conciencia podrida del triunfador, llena de remordimientos, impuso un mensaje de telefilm de sobremesa, un cuento de hados sin la amargura del fatum y la inquietud que nos produce al contemplarlo a la luz de la trituradora de la Historia.

2 comentarios:

Diegogue dijo...

me atrevería a decir que pensé cosas muy parecidas a las que comenta esta reseña, pero no habría sido capaz de articularlas en palabras, cuando vi Apache en TV, a mis 14 años, la culpabilidad del hombre blanco, el buen salvaje, coneceptos con los que te familiarizas como sudamericano desde temprano, lo curioso es que fue la primera pelicula que vi con Burt Lancaster y es la imagen primordial que tengo de él (más que la del Gatopardo, jejejeje), y es una buena película, Apache, y sí, su final redentor es poco plausible y poco consecuente con el desarrollo lógico del drama, Aldrich tiene un puñado de buenas películas, entre ellas dos joyas del gótico sureño que no sé si viste, Gafapasta, "What Ever Happened to Baby Jane?" y "Hush...Hush, Sweet Charlotte"

El Pobresor Gafapasta dijo...

Apache y Gatopardo. Es que Lancaster podía ser muy versátil. Te recomiendo también El halcón y la flecha, de Jacques Tourneur. En cuanto a Aldrich, fue un maestro de la serie B que yo creo nunca hizo una mala peli. He visto la de Baby Jane varias veces, es impresionante, pero la otra que mencionas la tengo pendiente. En España se tituló "Canción de cuna para un cadáver". Bonito título, ¿verdad?

Un saludote, Diego.