lunes, noviembre 29, 2004

MODESTY BLAISE: LA MACHINE

Se trata de la primera aventura publicada en los periódicos británicos de uno de los grandes mitos de la comic-strip de todos los tiempos: Modesty Blaise. Yo tengo una debilidad enorme por Modesty Blaise porque Modesty fue el más imposible de todos los amores imposibles de mi vida. Yo no era más que un niño, y sucede que a veces los niños desarrollan extrañas fijaciones sentimentales condenadas al fracaso. Hay niños que a veces se enamoran de la actriz de moda o de la presentadora del telediario. Son niños, claro, y se enamoran de una belleza superlativa y lejana que les obliga a soñar con algo que no sea la miseria infantil, y en ese amor conciben un futuro, un mundo de sueños para escapar de la realidad. Enamorarse de la presentadora del telediario es algo infantil, no cabe duda, pero es un amor hacia una persona que convive con el niño en el mismo universo. Mi problema fue que yo era un niño, y Modesty Blaise era un personaje de los tebeos que nunca ha existido. Mi desolación amorosa no pudo ser mayor.

Hace poco pataleaba contra la espantosa edición de Steve Canyon, un clásico del cómic de prensa editado ahora por Checker. No merece la pena seguir hablando de ese desaguisado. Por el contrario, he descubierto que Titan Books se ha propuesto reeditar todo Modesty Blaise, y lleva dos tomos en la calle. Por supuesto, ya tengo el primero después de casi tres décadas buscando una edición digna de esta obra maestra del cómic que es Modesty Blaise, una obra que alcanzó una profundidad y madurez insólita todavía en un medio tan poco profundo y proclive a matices como es la narrativa gráfica. Modesty Blaise presenta una de las relaciones más profundas, llenas de misterio y camaradería, que ha existido entre hombre y mujer en los cómics de todos los tiempos. Y es, además, el elemento más interesante de toda la serie, nacida al socaire de James Bond (se ha querido ver con vulgaridad insultante en Modesty una 007 femenina) y superó con creces el ortopédico modelo de referencia creado por Ian Fleming.

Como Modesty es una obsesión personal, voy a hablar largo y tendido acerca de ella en el futuro, así que no merece la pena insistir más ahora. El primer volumen de Titan Books reedita las tres primeras historias de la serie, escritas por su creador Peter O´Donnell y dibujadas por Jim Holdaway, un genio de la plumilla y el pincel que tuvo la desgracia de morir a los 43 años y nos legó el inmenso vacío de un mundo sin la belleza de su arte. La Machine es la primera historia de la serie, y en ella veremos cómo sir Gerald Tarrant, del servicio secreto británico, decide extraer a Modesty Blaise de su voluntario retiro del mundo del hampa para que localice a los cerebros de La Machine, una red internacional ubicada en Francia dedicada al negocio del secuestro. Modesty acepta y vuelve a contactar a su amigo, confidente y mano derecha Willie Garvin para regresar a la vida agitada de los viejos tiempos, aunque esta vez actuando “del otro lado” para seguir divirtiéndose sin tener problemas con la ley. En esta primera historia se diseminarán algunos datos acerca de esta pareja de oro. Es la historia en que Willie Garvin suelta su declaración de afectos sobre Modesty, la Princesa: “No es mi chica, es la Princesa. Hay que darle cualquier cosa que quiera al momento. Si alguna vez te pide mi cabeza sobre una bandeja, simplemente dásela”. Es también de antología la paliza que Willie propina a la Princesa en un restaurante con el fin de hacer creer a todo el mundo del hampa que Modesty Blaise tiene alguna razón para querer matar a su viejo socio. Esta será la llave que les conecte con La Machine.

Escrita con inteligencia por O´Donnell y realzada con gran exquisitez por Holdaway, La Machine es el comienzo de una leyenda del noveno arte. Gracias a Titan Books, la diversión y el placer va a estar asegurados por un buen tiempo.

Peter O´Donnell y Jim Holdaway, Modesty Blaise: La Machine. Incluido en Modesty Blaise: The Gabriel Set-Up. Titan Books. London, 2004. (****)

3 comentarios:

Carlos César Alvarez dijo...

"Enamorarse de la presentadora del telediario es algo infantil"

ja, ja, ja. Muy bueno, Ricardo

El Pobresor Gafapasta dijo...

Pues sí, amigo Carlos. Desgraciadamente, sólo algunos escogidos y ciertos príncipes pueden permitirse el lujo de enamorarse de la presentadora del telediario. Cosa real la tele, ya ves.

Anónimo dijo...

Gracias por la informacion, soy una chica que esta empezando a enamorarse de los comic, me acaban de llegar referencias de Modesty Blase, y tu información ha sido muy interesante. ¿Conoces más comic con protagonistas femeninos no recauchutadas? Recientemente me he leido Persepolis y me ha encantado. Un saludo y gracias!