Después de rodar Junior Bonner, una
bella y tranquila balada film sobre la vida de los Bonner en los rodeos de un
pequeño pueblo de Arizona, Steve McQueen y Peckinpah vuelven a colaborar en La huída
(1972), que pertenece a uno de los subgéneros más antiguos de la historia de la
literatura, el de los amantes criminales, que aman y matan, palabras que lo
comparten todo salvo una T como cruz para crucifixión. Esta variante
maravillosa comienza con Medea y Jasón y llega hasta nuestros días, con
Hollywood como reducto de esta especialidad. Es un film de los 70, independiente de los grandes
estudios, producida por First Artist, una pequeña productora de Steve McQueen,
a la que también pertenecían Dustin Hoffman, Paul Newman, Sidney Poitier o
Barbra Streisand.
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