Como tantos otros cineastas, Michel Gondry
procede de la cantera del video musical, dentro del cual su amplia trayectoria
le permitió, y permite, experimentar sin fin una y otra vez recursos que más
tarde llevará a su cine. Su filmografía, si bien es escasa todavía, presenta
suficientes elementos de interés para ser tenida en cuenta como obra de un
autor juvenil e inquieto, mucho más profundo de lo que aparentemente podría
parecer. Gondry incide en las fronteras entre sueño y realidad, así como en unas temáticas marcadas
por una especie de síndrome de Peter Pan, donde se privilegian tramas
adolescentes y adopta perspectivas infantiles o naif en sus historias. En este segmento, cápsula informativa y comentario de la que para mí es aún su obra maestra: Eternal Sunshine of the Spotless Mind.
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