En esta tercera parte, comentamos La espuma de los días, una versión discutible sobre la novela original de Boris Vian, pero sin duda embrujadora. Llena
de mil invenciones y ocurrencias, a medio camino entre el cine real y el de
animación, es una película fascinante como pocas han podido plasmar el universo
de Vian. Gondry es un autor mágico y lleno de frescura, muy cool y muy hipster.
Su desbocada imaginación parece cuajar cuando parte de sus propias experiencias
o inquietudes personales, que en este caso entroncan con la novela original de uno de los más grandes narradores de la segunda mitad del siglo XX francés.
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