jueves, marzo 13, 2025

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ CUADERNOS 74 Y 75





Siempre fui más de Víctor Mora y su Capitán Trueno que de El Guerrero del Antifaz, obra cumbre de don Manuel Gago (más familiares, parientes y amigos). Durante mi infancia leí muchos de los cuadernos semanales que Editorial Valenciana publicaba cada semana con las viejas aventuras de los cuadernillos coloreadas, retocadas y, en algunos casos, censuradas. Como pasó con Trueno Color o Jabato Color, el nuevo Guerrero Color fue un desastre desde el punto de vista del respeto a la obra original. Leí Guerreros color, muchos, y en algún mercadillo llegué a comprar un original apaisado y amarillento en el que pude olfatear el tiempo transcurrido desde la tremenda posguerra civil española, la autarquía siniestra del país en manos del dictador Franco. Muchas tonterías se han dicho de El Guerrero del Antifaz, como que era una serie franquista mientras que el Capitán Trueno era "democrática". En los años 80 este discursito se volvió recurrente, pero el tiempo transcurrido demuestra que la pesadumbre, gravedad y tristeza generales de la serie no tenían que ver con lo político, sino con una manera triste y acongojada de vivir la vida. Pienso que Gago debió de ser un hombre muy atormentado, y que ese tormento, ese pesimismo, lo transmitió a una serie que entusiasmaba  a los niños por el vértigo de sus acciones y el dinamismo de sus peleas, cabalgadas y combates. Gago era dueño de un trazo veloz muy sugestivo, heredado de otro grande: Emilio Freixas. Véanse las muestra seleccionadas: portada del cuadernillo 74, viñeta detalle de p. 9 y la misma viñeta en la página en que se inserta; portada de cuadernillo 75 ,viñeta detalle de p. 6 y misma página completa. En ambas viñetas podemos sentir el torbellino de las acciones (en la viñeta de p. 9 casi podemos oír el grito de angustia y dolor del contrincante herido de muerte; ¿y qué decir de la perfecta construcción visual de la viñeta 1 de la misma página?). Dicen que Gago dibujaba tan rápidamente una sola página que superaba en tiempo de ejecución al ayudante que entintaba la parrilla de viñetas de la página siguiente. Debo confesar que por primera vez en mi vida estoy leyendo la serie original completa. Voy por el número 77 y no sé si llegaré al final (el 668). Me pesa en su lectura el abigarrado y confuso dibujo de Gago et al., que paradójicamente también encuentro fascinante. Debo confesar que leerlo en esa maravilla de nuestro tiempo llamada iPad me permite ampliar viñetas y recrearme en los detalles. Ya no podría leer la serie directamente en papel, no tengo ojos. Me pesa sobre todo el oscurantismo de sus planteamientos y personajes. La oscuridad del Guerrero es antecedente de muchos personajes oscuros de nuestros días. Que tu mayor enemigo en el mundo sea el asesino de tu madre, el hombre a quien amaste creyéndolo tu propio padre es algo que marca al más pintado. En el fondo, El Guerrero del Antifaz es una serie sobre el revanchismo feroz que siguió a la contienda española.

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