BREVIS, E

Adjetivo latino de dos terminaciones. Como en español, aplícase cualitativamente a lo poco duradero en el tiempo o de corta extensión en el espacio. Como este blogus brevis que les bitacoreo. Frases bonitas que contienen el adjetivo son multitud, pero prefiero dos: Ars longa, vita brevis; y también, parafraseo a Neruda, mi frase favorita y lección de vida: Breve es el amor, largo es el olvido.

Una semana después de mi partida de Juaritos, ya iba siendo hora de retomar esta paginica (nótese que regresa lo murciano a mis diminutivos). El charcazo, estupendo. Nos tocó el avión nuevo de Aeroméxico, que tiene pantallas empotradas en los respaldos de los sillones y donde ya se puede elegir, mando a distancia mediante, la programación peliculera. Ya les contaré que volví a ver Match Point, de Woody Allen, que en México se estrenó con el título, machista a morir, de La provocación. En Madrid, formidable encuentro con dos buenos amigos de esta página: El brujo Don Carlos, y Jody Dito. Fue estupendo juntarse por primera vez con este último. Al Brujo le dimos un buen palo, y le gustó mucho. Libros comprados: los dos tomos de La novela popular en España. Ya casi acabo el primero, una delicia. También compro baratito el tomo La novela de ciencia ficción en España, de la misma editorial Robel. El Tartessos número 2, de Paco Nájera, que supera los resultados del número 1. Un par de libros de mi querido Rider Haggard, cuatro tebeos de otro vicio: Suehiro Maruo. Poco más: tres películas, Toro salvaje (Scorsese), Brigadoon (Minelli) y Conspiración de silencio (Delmer Daves).

En Murcia, mucho vino y rosas, y algún whisky antes de la cama, para que amarren los sueños en la cala de la noche. Me doy de baja de cierta lista de correos relacionada con el cómic caracterizada por el pijerío profundo de sus participantes, su ignorancia por todo lo que no huela a calzoncillo de superhéroe, y por su desdén hacia nuestros hermanos de América Latina. Breve es el amor, largo es el olvido. Brevis, e. Breveblogía.