Este rarísimo, olvidado tebeo (quizá con razón, a pesar de sus méritos y encantos) está basado en el relato que Robert Graves, novelista, poeta e insigne divulgador del mundo clásico, llevó a cabo en su fundamental Los mitos griegos, una de esas obras sobre las que el tiempo pasa de forma generosa: exalta sus virtudes y proporciona interés de sepulcro etrusco a sus deméritos.
Debemos su autoría a Foolbert Sturgeon y fue publicado por The Rip Off Press, que también publicaba a Crumb. Aquí tenemos crumbianas muchachas malencaradas que masacran guerreros en la llanura de Troya. Ya saben, esa llanura eterna, infinita para la imaginación humana, a la que regresamos una y otra vez desde hace más de tres mil años. Son crumbianas porque se trata de un cómic underground de 1972, y en aquella época Robert Crumb era una gran estrella (hoy es más que una estrella: hoy, Dios escribe directamente para él).
A pesar de su simplicidad, el dibujo tiene una gran fuerza y lo aproxima más a las deliciosas historias de Sócrates el semi-perro (Sfar y Blain) que a versiones más academicistas, de las cuales hay a tutiplén. Las viñetas de batalla tienen una gran fuerza y los personajes se desenvuelven con toda su rudeza, una rudeza mucho más cercana al verdadero ambiente del relato de la Iliada que esas mismas versiones académicas, tan influidas por el péplum, que son legión.
Seguida por una tórrida y divertida discusión académica tan encendida como los cigarros y pipas que antes se consumían con libertad en todas las universidades civilizadas del planeta (cuando las universidades eran más civilizadoras que civilizadas), donde se juega a inventar neologismos partiendo de la palabra Homer en inglés. Una discusión sobre la presencia o no de amazonas, y sobre la predisposición a la violencia y fuerza bruta en la mujer, pasando por el tema de la superioridad física del hombre, acaba en trifulca o batalla campal en claro espejo paródico de la historia troyana antecedente donde también los furiosos guerreros de Troya hacen burla de las amazonas y pretenden violarlas hasta que ellas muestran sus más fieros colmillos. Que las chicas son guerreras ya lo sabíamos, y en Amazons lo podemos constatar, dentro y fuera del campo de batalla, dentro y fuera de aquellas universidades psico-trónicas que en los años 60 y 70 eran completamente de verdad. Gloriosos tiempos en que profesores y alumnos podían compartir una buena charla académica compartiendo amigablemente, no sólo un paquete de tabaco, sino una sana botella de whisky o un revelador porro de marihuana.
1 comentario:
excelente reseña. He leido varios comics de crumb me han gustando bastante.
Prodrias decirme donde puedo descargar gratis este comic?
Gracias
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