Llevaba ya un tiempo detrás de alguna novela de Rubem Fonseca, de quien dicen que es, tras la muerte de Jorge Amado, el más importante narrador brasileño. Me interesaba por muchas razones, pero también me interesaba porque Fonseca es uno de los aclamados maestros de la novela violenta actual, ésa que en otro tiempo llamóse novela negra y hoy también, pero que ayer como hoy tiene autores que trascienden las etiquetas y se consagran como maestros de la literatura a palo seco, sin etiquetas genéricas.
Hallé en Gijón, durante la Semana Negra, un saldo de libros formidable entre los que se encontraba este Los prisioneros, su primera obra. Publicada en 1989, Los prisioneros es una recopilación de 11 cuentos donde comienza a perfilarse su mundo personal, pero es todavía demasiado deudor de numerosas influencias. El cuento Henri, muy meritorio y sutil, recrea los pensamientos de Landrú antes de cometer uno de sus crímenes y nos invita a pasearnos por los recovecos de su cerebro. Pero no cabe duda de que el mejor relato es el último y más extenso, El enemigo, una verdadera delicia que me ha recordado el mundo tierno y lírico, pero también terrible y fantástico, de mi tío Boris Vian. En El enemigo, su protagonista, quien vive prendado del recuerdo de una adolescencia mágica en que se rodeó de amigos fantásticos y excéntricos, intenta reencontrarles muchos años después y se lleva la amarga decepción de que, o bien nunca fueron así, o ellos, como suele ocurrir cuando determinadas personas alcanzan ciertas edades, han decidido clausurar todo atisbo de recuerdo de su pasado. Irónico, leve, ensoñador y magistral. Aquí les dejo un enlace sobre Fonseca, la evocación titulada Bebiendo con Dylan Thomas.
2 comentarios:
Espero que hayas comprado muchos libros en la feria ahora que fuiste a tus tierras...me interesa la novela negra pero casi no estoy familiarizado con ella, a ver si algun dia tienes tiempo y me prestas un librito por ahi que me de una idea clara del movimiento literario negro...saludotes, que estes bien. Pd.-Espero que hayas tomado un poco de Tequila ¨cuando menos ayer por la noche¨.
Escritor de grandísima calidad, a redescubrir.
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