jueves, diciembre 01, 2005

LI´L ABNER: THE FRAZETTA YEARS I

Por fin he iniciado la lectura del Li´l Abner que en 2003 y 2004 publicó impecablemente la editorial norteamericana Dark Horse en cuatro volúmenes hermosos a la vista y al tacto: The Frazzetta Years.

Un buen lector de literatura reconocerá la importancia del feroz y satírico Rabelais. Un buen lector de cómics debería conocer y reconocer la importancia de obras afines como Rabelais: Li´l Abner y Popeye serían dos buenos ejemplos (intenta explicar al adulto medio que el Popeye de Segar es una obra de arte, y te mirarán rarito). Los clásicos no han desaparecido del todo, aunque se publiquen poco en Estados Unidos, y ahí tenemos la reedición en curso de Krazy Kat, Peanuts o Gasoline Alley; ahí tenemos la reciente reedición de Prince Valiant, o del Flash Gordon de Mac Raboy. Incluso la del Spirit, de Eisner, con un nuevo color absolutamente espantoso. A pesar de todo, resulta a todas luces insuficiente, y uno se pregunta por qué.

Volviendo a Li´l Abner, resulta curioso que estos cuatro bonitos tomos que lucen en mi librería y del que acabo de terminar el primero se amparen en el renombre de Frank Frazzetta (glorioso dibujante de bárbaros y bárbaras estupendas), quien durante 8 años trabajó como "negro" para la página dominical de Li´l Abner. Parece como si el propio nombre de Al Capp no fuera suficiente.

Li´l Abner fue una sátira feroz contra la América más palurda, ignorante y conservadora. El protagonista es el estúpido Abner, un chicarrón medio idiota pero de buen corazón que vive en el poblacho más miserable de todo Estados Unidos: Dogpatch, una especie de Dogville pero en versión humorística y feroz (¿conocerá Von Trier la obra de Capp?), un villorrio habitado por indios y americanos blancos que conviven en armonía entre la miseria y la suciedad y sientan a la mesa a comer a sus propios cerdos. Li´l Abner es el beatus ille de la miseria. La visión feroz de Capp, que desde su tira diaria y páginas dominicales parodiaba cuanto menos le gustaba de su propio país, sigue siendo una fuente enorme de diversión para un lector moderno. Hay quien ha argumentado que se trata de un humor muy norteamericano que no entusiasma a todos, pero aun así es posible leer esta serie, si no a carcajada batiente, con una continua sonrisa a causa de su humor mordaz y sus personajes embrutecidos donde no podían faltar las guapas chicas de Capp, esas harapientas bellezas de Dogpatch que se tumban bajo un árbol a dormir la siesta junto a los cerdos. Grotesco e hilarante.

El primer tomo recopila las páginas dominicales de 1954-1955, páginas que eran independientes de las historias que se desarrollaban en la tira diaria de los periódicos y que tenían una continuidad que permitía tramas mucho más mordaces y elaboradas. Las mínimas tramas de la página dominical, que es la que ha recuperado Dark Horse, suelen durar como mucho cuatro o cinco planchas, salvo en el caso de dos historias que se desarrollan hasta las doce domincales. Editado con introducción y comentarios de Denis Kitchen, se trata de un tomo publicado a todo color en buen papel partiendo de suplementos dominicales escaneados del Sunday Mirror de Nueva York. Todo un clásico del humor más ácido y virulento que regresa, aunque sea parcialmente, para hacernos reír con las puntadas estridentes y el humor cáustico de los aldeanos más impresentables y mugrientos de un Estados Unidos de miseria, suciedad e ignorancia que quizá no pertenezca del todo al pasado.

Al Capp, Li´l Abner: The Frazetta Years. Volume 1, 1954-1955. Edited and Commentary by Denis Kitchen. Dark Horse. Milwaukee, May 2003. (****, de 4).

7 comentarios:

El Pobresor Gafapasta dijo...

Don Melón:
La época de los bárbaros está un poco superada, aunque Frazzeta fue de lo mejor, un genio de la imagen. Pero claro, hoy los clásicos no tiran porque en las putas escuelas de todo el mundo nos venden la idea de que el mundo nació ayer, por lo que el pasado no existe, y quieren vender Lil Abner con el reclamo de Frazzetta, que sigue vivito y con su revista propia.

Oye, ¿cómo le haces para borrar tus propios comentarios?

Un saludote, don Melón.

Anónimo dijo...

Ricardo, por medio de este post tuyo recordé aquellas clases de narrativa gráfica; el popeye de Segar, por supuesto! (aparte con la lista que enumeras recuerdo gran parte de ese curso).

Ya has terminado con el stress del doctorado y la tesis. ¿Por qué no vuelves a abrir un curso como ese? Digo, con el simple hecho de entregar el material de lectura, podría ser una materia muy disfrutable.

El imaginario redneck de Li'l Abner... es neta.

Saludos

Anónimo dijo...

La animación coproducción de Bakshi/ Frazetta es Fire and Ice. En la versión de Bakshi de la obra de Tolkien "El señor de los anillos" también podemos encontrar a Frazetta y su influencia.
Pero de Bakshi mi favorita fue el Gato Fritz, gran depravado.....

El Pobresor Gafapasta dijo...

Llorch:
Estoy esperando que los estudiantes de nuevo ingreso lleguen a tercer semestre y puedan tomar optativas para abrirla de nuevo. Hay varios muy interesados. ¡Hazme buena propaganda!

Un saludote.
R.

El Pobresor Gafapasta dijo...

Silmarillion: nunca he visto la película del gato Fritz pero soy un devoto de la obra de Crumb, y Fritz fue mi despertar a la madurez con una obra crítica, divertida y políticamente incorrecta (hoy más que ayer).

No viene a cuento, pero hace poco mencionaste El Eternauta de Oesterheld. La tengo en una edición argentina de Ediciones Récord. Pendiente de lectura. Me gusta mucho Oesterheld, no sé si has visto la reciente edición de Planeta de Mort Cinder. Una maravilla.

Saludotes.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Ricardo,
Recomiendo el Gato Fritz si lo encuentras. Recuerdo haberla visto allá por los años 70 y no sé como escapó a la censura. Quizás el censor pensó que se trataba solamente de unos dibujos animados de gatitos.....
Tampoco viene a cuento, pero me trae a la memoria una anécdota. Para esos años, poco más poco menos, durante la proyección de "El espíritu de la colmena", unas señoras muy mayores en la fila de butacas delante de la mía comentaban entre ellas con mucha sorpresa y desencanto que "oye, y que esta película no iba de la vida de las abejitas?...". Pobres mujeres, creían que iban a presenciar un documental de la National Geographic....
No he visto la nueva que comentas, la buscaré en las librerías. Con un poco más de tiempo me sentaré a escribir un post sobre Oesterheld y la metáfora del Eternauta. ( podría titularse, "Oesterheld, la profecía cumplida")
Saludos