No deja de sorprender que los cómics nacieran, hace poco más de un siglo, directamente con las vanguardias. Es sorprendente porque, precisamente, sus clásicos son precisamente los más experimentales y vanguardistas que nunca ha dado medio artístico alguno. Es más, comparadas muchas de esas obras de los orígenes con las que hoy leemos en comic-books o páginas de diarios, nos parecen más frescas, más arriesgadas y más nuevas las obras más antiguas que las recién producidas. Uno de esos pioneros cuya obra se agiganta con el tiempo es Winsor McCay, autor de la maravillosa Little Nemo, cuya influencia y poder de sugestión no sólo siguen siendo inalterables, sino que aventajan en muchos aspectos a la mayor parte de lo que se produce hoy día para el medio. Yo, gran defensor de los clásicos en todas las artes, tengo muy claro por qué. Imprescindible. La ficha de hoy, por Salvador Vázquez de Parga.
Clicar sobre la imagen para ver a mayor tamaño. Estas fichas fueron publicadas en la tercera de forros de cada fascículo de la Historia de los Cómics (Toutain Editor, 1982) y no han vuelto a ser reeditadas desde entonces. El © de los textos e imágenes pertenece a sus respectivos autores. Estas fichas se publican aquí con intención exclusivamente divulgativa y educativa.
2 comentarios:
¿Alguna vez Toutain publicó el archivador para estas fichas, como anunciaba en la historia de los cómics?
Nunca, que yo sepa, llegó a haber ningún archivador. Muchos lo que hicieron fue encuadernarlo.
Un saludote.
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