martes, diciembre 06, 2016

DASHIELL HAMMETT Y EL JOVEN ALEX RAYMOND

En la foto superior: Dashiell Hammett y Alex Raymond (izquierda y derecha, centro de la foto) entrechocan las copas para celebrar la aparición de la tira diaria Agente Secreto X-9. Como se sabe, aquella fue la tercera serie que dibujaría un jovencísimo Raymond, pronto influencia mundial en el medio, junto con la dominical Flash Gordon y su topper Jungle Jim. La foto está tomada de este recomendable libro recién aparecido en España,  Flash Gordon el conquistador, de Javier Cuervo, del cual reproduzco portada y página original. Prosit!


viernes, noviembre 18, 2016

RESEÑA DE NO HABRÁ DIOS CUANDO DESPERTEMOS, POR RUBÉN CASTILLO GALLEGO

Rubén Castillo Gallego publicó esta reseña de No habrá Dios cuando despertemos el pasado septiembre, en el diario La Opinión, de Murcia. Después, la compartió en su blog, Librario íntimo. Muchas gracias, amigo Rubén, por la lectura y tus palabras. 

jueves, noviembre 17, 2016

HOW YOU HELP DRAW COMIC STRIPS




Muy interesante reportaje publicado en 1948 por The American Legion Magazine, vol. 44, número 2. Vía Yesterday´s Papers.

CORDIALMENTE INVITADOS

Aunque sea a toro pasado, les comparto el programa de la Feria del Libro de Los Mochis (Sinaloa), donde me presenté el martes con A vuelta de rueda tras la muerte. Conté con el honor de ser presentado por el escritor mexicano y gran amigo Élmer Mendoza. Pues ya saben: Prosit!

domingo, noviembre 06, 2016

GENE

6 de noviembre. Tal día como hoy, pero de 1991, falleció Gene Tierney a la edad de 70 años. Sin saberlo, el pasado jueves la homenajeé volviendo a ver The Shanghai Gesture (Josef von Sternberg, 1941), quizá la película de ella donde su atractivo es más procaz y delicuescente.

jueves, octubre 20, 2016

MARGARITA




Margarita Carmen Cansino, más conocida como Rita Hayworth, cumplió 98 años el pasado 17 de octubre. In Memoriam. La primera foto, todavía una adolescente.

viernes, octubre 07, 2016

martes, octubre 04, 2016

miércoles, septiembre 21, 2016

SANTORAL. GROUCHO Y MARLENE

Estoy leyendo la biografía de Donald Spoto sobre Marlene Dietrich para un próximo Cin3mático dedicado a Josef von Sternberg. Acá tenemos a la diva, recién contratada por la Paromount, junto a Groucho Marx. Prosit!!

jueves, septiembre 15, 2016

RESEÑA EN EL SUPLEMENTO EL CULTURAL, DEL DIARIO EL MUNDO

Os comparto la reseña de No habrá Dios cuando despertemos aparecida el pasado jueves en el suplemento El Cultural del diario de Madrid, El Mundo. Escrita por Ernesto Calabuig. Clicando aquí. 

MUERE VÍCTOR MORA, ARTÍCULO DE MANUEL DARIAS

Me gustó especialmente el artículo que Manuel Darias, decano de la crítica de historieta en la prensa española, dedicó a hablar de la reciente muerte de Víctor Mora. Por ello mismo lo comparto. En su página del Diario de Avistos, evoca Darias alguna vieja entrevista con el maestro. Cuando lo conocí en Gijón, Víctor Mora me dijo al despedirnos: "¡¡No hay que rendirse nunca, NUNCA!!". Qué pena no haberle conocido mejor en otros ámbitos, otros tiempos.

miércoles, septiembre 07, 2016

domingo, septiembre 04, 2016

HASTA SIEMPRE, VÍCTOR

El pasado 17 de agosto, a las diez y media de la noche, mientras dormía, Víctor Mora abandonó este mundo. Por si alguien no lo sabe, Víctor fue, además de un grande entre los seres humanos, un extraordinario creador: escritor de historietas y novelista. Como escritor de tebeos/cómics (como prefiera usted llamarlos) no sólo fue el mejor de toda la historia de España, sino, también, uno de los grandes del cómic europeo. Sobre todo se prodigó en Francia, donde vivió durante años, harto de la presión que ejercía la dictadora franquista sobre la industria y, en general, sobre todos los españoles. Yo he distinguido siempre entre su obra "educativa" y su obra "lúdica". Ejem, ejem, me explico. Ésta última es la de series como Sunday, Felina, Las crónicas del Sin Nombre, Los ángeles de Acero y muchas otras, publicadas en Europa. 

Pero los que influyeron en los niños de mi generación, los que nos inculcaron valores, principios e ideales, fueron los tebeos de su obra "educativa": aquella obra que Mora escribió para la Editorial Bruguera. El Capitán Trueno, la más influyente y la más famosa; pero también El Jabato, El Sheriff King, El Cosaco Verde, y muchas otras, como Supernova, mi querida pecosa de oro. Y sobre todo, sobre todo, sobre todo, el canto de cisne del tebeo popular español y su obra maestra, sin discusión: El Corsario de Hierro. 

Mucho he escrito en este blog sobre Víctor Mora. Esta ficha Toutain la acompañé de un artículo que en su momento dirigí al mismo Mora sobre la importancia de su obra en mi ideología y forma de pensar. Y también escribí algunos artículos en Trueno, la revista de la Asociación de Amigos del Capitán Trueno, que a ver si subo algún día a este minarete. Por ello, no digo nada más. La foto es de julio de 2006, en la Semana Negra de Gijón. Asistí principalmente para conocer a Víctor Mora, que estaba todavía bastante convaleciente de esa enfermedad de la que nunca se recuperó del todo. Pocas veces se nos concede tener héroes en esta vida; menos aún se nos concede poder conocer a uno de esos héroes. En la foto, presidiendo, la maravillosa Armonía Rodríguez, su compañera fiel de toda la vida y adaptadora de cientos de novelas para aquella legendaria colección: Joyas Literarias Juveniles. 

Hasta siempre, Víctor. Has cerrado el volumen de tu viaje por esta tierra. Ahora comienza, afirman los optimistas, la verdadera aventura. ¿Por qué no creer en ello? Amanece. El cielo está más limpio que nunca. El viento hincha las velas. Levemos anclas hacia Eden End.

Otros artículos sobre Víctor Mora en esta bitácora:

---48 años de El Capitán Trueno y artículo Hijos del Capitán Trueno
---50 años de El Capitán Trueno
---Esto no es el fin: prólogo al libro de José Antonio Ortega Anguiano, El capitán Trueno. El héroe del tebeo español
---Artículo sobre El Sheriff King






viernes, septiembre 02, 2016

RESEÑA DE NO HABRÁ DIOS CUANDO DESPERTEMOS EN EL BLOG FUTURO PASADO

Aunque la compartí en redes sociales, no había enlazado esta reseña de No habrá Dios cuando despertemos que se puede leer en el blog Futuro pasado del amigo Carlos Álvarez. ¡Gracias por leerme, Carlos, y por tus generosas palabras! La puedes leer clicando aquí. 

RESEÑA DE NO HABRÁ DIOS CUANDO DESPERTEMOS EN LIBROS DE CÍBOLA

Nueva reseña de No habrá Dios cuando despertemos en el blog español Libros de Cíbola. Gracias por leerme y compartir vuestra opinión.

EL AMIGO FLASH II: LA EDICIÓN DE TITAN

Soy feliz como una perdiz. La razón: ya ha aparecido en Inglaterra el primer volumen de la recopilación de la que será, esperemos, la recopilación completa del Flash Gordon de Dan Barry. Una de las obras maestras de la space-opera del tebeo clásico que con el viraje realista que le dieron Barry, Kurtzman y equipo, se volvió más ciencia-ficción que space-opera. Ya escribí largo y tendido sobre el amigo Flash en este viejo blogo.  El primer volumen, cuya portada adjunto arriba, recuerda mucho la edición española de Panini que no prosperó y debió durar solo (¡ay!) un malhadado numerico que no se comió una rosca en el mercado. Nos dejó a todos chiflando en la loma y preguntándonos por qué el amigo americano no sacaba ya esta obra maestra en dibujos, caracterización de personajes, solidez de los argumentos, diálogos inteligentes, etc. Pues ya está aquí gracias a los hijos de la pérfida Albión. Es un tomo no tan ladrillote como aquellos a que nos tiene acostumbrados la americana IDW, sino más manejable, para llevárselo al camastro o para aquellos que leen tumbados. Excelente encuadernación, buen papel, 224 páginas, formato más grande que Panini, y reproduce tres tiras por página; lo malo: no parten de los originales, por lo que la reproducción de las tiras no es la ideal, pero tampoco es mala. Estupenda introducción de David Schreiner (de 1988) donde habla de la respetuosa pero tirante relación entre Dan Barry y el chispeante Harvey Kurtzman que dibujaba los lay-outs y escribía los guiones. En algún momento se repesca una hilarante declaración de Barry sobre aquellos bocetos indicativos de Kurtzman: "Era como si Dick Browne abocetaras las páginas de Harold Foster". El presente tomo abarca más que aquel solitario de Panini y presenta el mismo material y, además, y también completa, la estupenda aventura The Space Kids in Zoran, donde introducen a la cuadrilla de adolescentes y niños del espacio donde destacó siempre el simpar Willie con sus poderes mentales. Publica Titan Comics, que ya sacó al mercado una reedición restaurada del Flash Gordon de Alex Raymond. ¡Vamos a gozar, compañeros!
Más sobre Flash Gordon de Dan Barry: La verdad les hará libres

lunes, junio 06, 2016

LA TRAMPA DIABÓLICA, DE EDGAR P. JACOBS

La trampa diabólica (1960) pasa por ser el álbum más flojo de Edgar P. Jacobs para su magna serie Blake y Mortimer. Es inmediatamente anterior a El caso del collar (1965), publicada cinco años después. Dos años antes había salido uno de sus tours de force, SOS Meteoros (1958), quizá el último gran álbum de la serie: una obra maestra que siempre quiero revisitar en domingos de lluvia, como releer a Marcel Proust o las Epístolas a Lucilio de Séneca. Jacobs no se tomaba el oficio con prisas. Cada álbum es una obra maestra, guste más o menos. Su trazo elegante y minucioso, su seguridad en la línea, su perfección formal, cautivan y no producen sensación de recargamiento o frialdad. Vean.  



La trampa diabólica es como un tebeo “de tesis”. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que el planteamiento del problema es este, el de las primera viñetas del álbum, y durante toda la trama Jacobs intentará demostrar si esto es verdad o mentira.


Blake sólo aparece al principio y al fin. Mortimer viaja en el tiempo: primero a la prehistoria (es la parte más vistosa del álbum), luego al siglo XIV (parte más documentada) y por fin al siglo L (o sea, cincuenta), donde sin gran alarde de fantasía Jacobs presenta ese remoto futuro muy oriental, siguiendo los preceptos del “peligro amarillo” que tanto prosperó en el siglo XX. La explicación de Focas sobre cómo la civilización se fue a hacer puñetas está en dos páginas que son puro Jacobs cuando le gana la logorrea. Vean la página que adjunto a continuación. Perverso para un lector actual, ¿verdad?

Jacobs parece olvidarse durante el álbum de su tema de tesis hasta que al fin, concluida la lectura, el profesor Mortimer nos hace saber que el pasado ya no es lo que era, quizá porque nunca lo  fue. Es la misma conclusión de otra obra de tesis, la simpática Medianoche en París, del amiguito Woody Allen.

El tiempo. Es la energía con que está hecha la vida. Y la energía ni se crea ni se destruye. El tiempo puede ser sólido, líquido y gaseoso (pasado, presente, futuro). Jacobs nos invita a aprovechar la liquidez de la vida mientras podamos, por aquello de que nunca nos bañaremos en el mismo río. 

viernes, mayo 27, 2016

BLACK SAILS: HOSTES HUMANI GENERIS

Yo estaba en Benidorm, localidad costera de Alicante, donde a la sazón mi familia y yo pasábamos los veranos. Era ferragosto de 1982. Acudí a un cine a ver una película, como casi todas las noches. Era una película de ciencia-ficción de la que se había hablado algo, pero no mucho. Entré a verla sin grandes expectativas, como podía haber entrado a ver otra. Poco a poco, la música y la fuerza de las imágenes me fueron subyugando, y yo me decía: oye, esta peli no sólo no está mal, sino que está más que bien. A medida que la cinta avanzaba me iba diciendo: ey, esta película no es que esté bien, es que está MUY BIEN. Para el final, aquel film me había entusiasmado tanto que salí de la sala convencido de haber visto una obra maestra desconocida como no recordaba haber visto nada igual. Aquel film era Blade Runner (Ridley Scott, 1982). El tiempo me dio la razón y esa película fue convirtiéndose con los años en un icono de la SF y en cine de culto. Durante muchos años fue una de mis favoritas, y todavía lo es. La lección es esta: no hay nada como descubrir, sin previo aviso, una obra singular que te fascina y darte cuenta de que te encuentras ante algo muy especial. 
Como a tantos otros, me gustan las series de TV. El mega-relato moderno trae muchas satisfacciones. No comparto esa tan cacareada idea de que la series son "el cine moderno". El cine es cine, y las series son series. Ya en los años 30, 40, 50 del siglo XX, existían los seriales cinematográficos,y no eran lo mismo que las películas. Eran la versión actualizada del folletín del siglo XIX. Luego saltaron a la televisión. Ahora, los seriales son mucho más perfectos. Y el cine sigue siendo el cine, y los seriales son las series. Más cuidadas que nunca, eso sí. He disfrutado horrores con Los Soprano, Mad Men, Deadwood, The Wire y tantas otras, como disfruto ahora con El ministerio del Tiempo. Pero a todas ellas llegué motivado por la repercusión que tuvieron en los medios, por la efervescencia de sus fans. No me ha sucedido con esta serie de la que quiero hablar un poco: Velas negras (Black Sails). La descubrí por casualidad en uno de esos rincones de descargas, sin haber tenido noticia de ella. Decía ser una precuela de La isla del tesoro, la emblemática novela de Stevenson (un escritor vitalista de los que me gustan), y yo me dije: ¿Qué? ¿Una serie de piratas que retoma personajes de la novela de Stevenson? A esto hay que darle una oportunidad. Además, la producía la cadena de cable Starz (la misma de Espartaco), lo cual garantizaba mucho pathos, testosterona a raudales, abordajes y combates fieros, escenas de sexo y féminas hermosas. Pero lo que se me acabó de meter entre ceja y ceja fue la obertura de la serie, completamente sugestiva, la cual les comparto aquí por si aún no la conocen. ¿No les dan ganas de ver esta serie después de esta obertura llena de belleza, poesía y pasión? Me comía la uñas por empezar a verla. 

                                      
He visto la primera temporada, de sólo 8 episodios. Vaya por delante que no es una obra maestra como las series anteriormente mencionadas, pero es una serie vistosa y trepidante que gustará a todos aquellos que, como yo, sentimos amor por el mundo de la piratería del siglo XVIII. No cuenta con los grandes actores ni excelentes interpretaciones de Los Soprano o Juego de tronos, pero hay que reconocer que el elenco actoral está muy bien puesto en sus papeles y es convincente. Me hizo evocar aquellas funciones de Primera Sesión de los sábados por la tarde en mi adolescencia, después de la hora de comer, en que veíamos películas de acción y aventuras formidables como El mundo en sus manos (Raoul Walsh, 1952) o La mujer pirata (Jacques Tourneur, 1951). Velas negras funciona, precisamente, como revisión y puesta al día de todo aquel cine clásico que, aparentemente, no tenía afán de mayor trascendencia, pero con mayor verismo, sexo y violencia. Y es posible que Velas negras tampoco tenga afán de trascendencia,  pero ello también es disfrutable. Y quizá por eso trasciende y entusiasma. 
La acción transcurre en Nassau, hoy capital de las Bahamas, otrora capital de la piratería en el Caribe del siglo XVIII. Playas y cielos azules, mares a veces cristalinos, a veces tormentosos. Antes he dicho que es precuela de La isla del tesoro, pues transcurre dos o tres décadas antes de la acción de la novela. Sin embargo, jamás se recuerda en los créditos la paternidad de Stevenson. ¿Por qué? En Velas negras conoceremos cómo Long John Silver (Luke Arnold) se enroló en la nave del capitán Flint (eficaz Toby Stephens), The Walrus, y cómo lo acompañó a recorrer los mares para cometer tropelías. Desde este punto de vista la serie es muy realista. Nuestros amigos no son tan fair play como aquellos piratas del cine clásico, ni todos estos piratas son "hombres enamorados" y tienen "un lorito que habla en francés", que cantara el bueno de Joan Manuel Serrat en lejanos tiempos. Velas negras recuerda en algunos momentos a la serie wéstern Deadwood, sólo que cambiando el poblacho de Deadwood por Nassau, pero también mezclando personajes ficticios y reales. Así, junto a los imaginarios Capitán Flint o John Silver tenemos a personajes históricos como el capitán Rackham (Toby Schmitz), Thomas Vane (Zach MacGowan) o Anne Bonny (interpretada aquí por Clara Paget casi de incógnito, pertrechada todo el tiempo bajo un enorme sombrero). 
Ale, aquí encima tienen a toda la tropa de piratas. Aquellos que fueron declarados por los gobiernos colonizadores como hostes humani generis ("enemigos de la raza humana"). Violencia y sexo son característica de la cadena Starz, no necesito decirlo a quien haya visto la serie péplum Espartaco. En esta caso hay tres personajes femeninos importantes: Eleanor Guthrie (la rubia Hannah New), posadera mayor del reino y propiciadora de prostitutas y mucho ron; continúa la hermosa y exótica Max (Jessica Parker Kennedy), meretriz apodada Barbanegra (no diré por qué, pues hay pequeños delante) que tras unos amores tempestuosos con Eleanor toma su propio rumbo. Abajo les dejo foto de la mocita. El verdadero Barba Negra saldrá más adelante. Cierra este trío femenino de la temporada 1 la ya citada Paget como Anne Bonny, mujer pirata salida de los libros de historia que en su tiempo se lo llegó a poner muy difícil al capitán Rackham (inspiración, supongo, del Rackham el Rojo de Hergé para Tintín). Mi personaje favorito, Mr. Gates (Mark Ryan), conciencia intelectual de Flint, podía haber dado mucho más juego. 
En definitiva, la primera temporada deja ganas de más. Pronto seguiré con la segunda. Hay una tercera y se prepara una cuarta. La supervivencia o cancelación de series es un misterio. En principio, una serie como Velas negras no debía de haber tenido tanto éxito como para garantizar su continuidad. Es extraño pensar que series como Carnivále o Firefly, o la antes citada Deadwood, vieron sus alas cortadas mientras otros productos siguen volando. Cuesta trabajo creer cómo en Estados Unidos puede prosperar una serie de piratas, ya que los piratas nunca fueron muy del agrado de los usacas, tan amantes de la legalidad y tan panegiristas del capitalismo. Al menos, los piratas, con toda su carga de ron, violencia y romanticismo, florecieron mucho más y durante más décadas en el imaginario europeo. Y no se han marchado. La mejor serie de piratas del cómic de todos los tiempos fue francesa: Barbarroja, escrita por Charlier y dibujada por Hubinon. Al menos de momento, en lo que a mí respecta, me alegra la continuidad de Black Sails. Ojalá tengamos hostes humani generis para mucho, mucho tiempo.