Sepan vuesas mercedes que he pasado tres semanas infernales con una conexión a Internet del diablo, que se me colgaba cada dos por tres. El ochenta y cinco por ciento de las veces no tenía red. Después de mucho dar el coñazo a mi servidor, me tuvieron que renovar todo el cableado hasta la calle. Se acabaron los problemas, y al fin puedo volver a ser Homo Interretis (sive Internuticus). De todos modos, déjenme decirles que en estas semanas he recuperado esos pequeños y grandes placeres que disfrutan quienes no tienen una bitácora que alimentar, que en el fondo es un comecocos como otro cualquiera. Anteayer, por ejemplo, recuperé Cabeza borradora, primer largometraje de David Lynch. Hoy no se llevan las películas de pensar, y mucho menos las de no entender y de romperse la cabeza. El espectador medio no quiere ir al cine a que le cuenten historias que no comprende, no paga porque le obliguen a pensar.
Cabeza borradora es un film difícilmente entendible, pero ni falta que hace por su carácter poético extremo. Es un poema visual en blanco y negro con influencias expresionistas y surrealistas más que notorias, lo que automáticamente le entronca en un experimentalismo con sabor de otra época y con mucho de coña marinera, todo sea dicho. La gestualidad de los actores (y no sólo de su protagonista), es expresionista. Un poema, sí, pero un poema al estilo de los poetas románticos y simbolistas que trasladaban sus pesadillas a la literatura. Un poema inundado a veces de un humor grotesco, como podrán ver. En realidad, este es el gran mérito de Cabeza borradora después de su belleza formal: su carácter de pesadilla filmada. La pesadilla, sueño que infunde pánico, tiene un carácter inaprehensible y difícil de traladar a la pantalla. Cada uno tiene sus miedos y pesadillas, así que Lynch unifica miedos ancestrales del ser humano recurriendo a lo retorcido, lo monstruoso, lo silencioso y lo oscuro. Gracias al blanco y negro de la fotografía, que remite formalmente al periodo del pasado, y por tanto de lo muerto, el prodigio de la pesadilla filmada se hace realidad. Cabeza borradora es una película artesanal en la que Lynch, además de director y guionista, proyecta otras responsabilidades artísticas que nos hacen comprender toda su sensibilidad y todo su talento. Un talento que debió de sorprender mucho en su tiempo (yo la disfruté en aquel entrañable Cine Club en el Paraninfo de la Universidad de Murcia) y que hoy ha sido asimilado por la oficialidad de los artístas plásticos del cine, aunque muy difícilmente, teniendo en cuenta la escasa prodigalidad del genio de Lynch en las pantallas y el lapso que hay entre su último film estrenado, la inquietante y bellísima Mulholland Drive (2001), y la película que ahora mismo se halla en post-producción: Inland Empire.
En Cabeza borradora tenemos el compendio de la obra lynchiana: la intrusión de lo onírico en el mundo real, la mujer peligrosamente sexual, el monstruo, las personalidades extrañas, las psicologías torturadas, el horror que late debajo o detrás de lo cotidiano… Formalmente, hallamos la atmósfera densa, los rincones sórdidos, los parajes mágicos o inquietantes. Entender o no Cabeza borradora es lo de menos, sobre todo porque desde algún punto de vista puede ser desventrada y explicada. Sin embargo, la profanación del secreto de la belleza y la poesía no siempre tiene una recompensa feliz. A veces, como en Cabeza borradora, es mejor dejarlo pasar como cualquier otra pesadilla que nos visita durante la noche. A continuación, estreno juguete. En este caso se trata de un fragmento del film que reproduzco gracias a esa nueva juguetería de la Red que se llama You.Tube, denominada Tutubo por los más campechanos. Pueden verla clicando sobre la flechita que señala la derecha. Que ustedes la disfruten y sepan gozarla con el espíritu lúdico que merece.
Cabeza Borradora, de David Lynch (1977). Guión por David Lynch. Fotografía de Herbert Caldwell y Frederick Elmes. Montaje, música original y diseño de producción de David Lynch. Con Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, et al. B/N. 108 minutos. USA. (****, de 4).
8 comentarios:
Pues felicidades en tu modernización con la incorporación del youtube. Creo que Google cuenta ya también con un servicio de broadcasting que aunque tiene más capacidad, al parecer comprime tanto los videos que apenas tienen calidad.
Por otra parte, Eraserhead me gusta por la lentitud pastosa con la que transcurre, como bien lo dices, tal como en las pesadillas en donde uno siente los pies empantanados como para correr. A esa velocidad se aprecian más los horrores de una existencia que no podemos evitar seguir viendo y que sin embargo no comprendemos. Esta obra trasciende los argumentos y las formalidades de la narrativa para decirle a cada quien sus propias verdades.
Tenías que ser tu quien le diera pies y cabeza de alguna forma a esta película, al menos de quienes están a mi alcance, por que ahorita me he propuesto la encomienda de reseñar la obra de un cineasta casi tan arcano como Lynch, pero que obra en mi un encanto igualmente inexplicable. Pícale aquí para acceder a la página oficial de su peli más célebre, o date una vuelta por tu casa para que leas una semblanza que hice sobre él.
Por cierto, está disponible un paquete con los primeros cortometrajes de Lynch. Debe ser interesante explorar su fase más experimental, menos comprometida.
Tu querido Coyula, Don Melón... Ya tengo ganas de ver esa peli. Creo que lo haré en mi próxima compra amazónica.
Un saludote.
No es necesario que compres la peli, Ricardo. Aqui tengo toda la antologia de su trabajo. A tus ordenes cuando gustes.
Me tendrás que apedrear pero de Lynch prefiero "Dune", a pesar de que sea el fracaso de todos tan sabido. Cabeza Borradora la vi hace unos meses y me impresionó mucho el uso del sonido para arrastrar navajas sobre planchas en la tensión. Un amigo me pasó algunos de esos cortos que cita Don Melón pero no los he podido ver en mi compu a falta de un plug-in que no encuentro. Bien, suerte con la nueva conección.
estás inmenso Ricardo no me da tiempo de leer todos tus posts, tienes la actividad del "penene" (es broma y no sé si te sonara esa palabra) recien llegado.
aunque , por otro lado, conociéndote, no me extraña esa catarata de letras tan bien puestas una detrás de la otra.
saludotes desde este lado del charco.
Tuve el placer de ver "Eraserhead" hace casi un año en mi clase de Apreciación Cinematografíca hace aproximadamente un año.
Viendola a obscuras en el auditorio de mi escuela fue toda una experiencia, prueba, de que el buen cine se puede apreciar sin importar el formato o el lugar.
Estoy de acuerdo con eso de que la película, como casi todo el trabajo de Lynch, es como ver una pesadilla capturada en celuloide. Es imposible escaparse de la pelicula y despues de que acaban los creditos, la sombra de la experiencia permanence en la mente del espectador.
Cambiando de tema, no se si hayas recibido mi correo sobre Watchmen. Tuve la oportunidad de leerlo hace unos meses y me convirtio en fan de los comics, ahora estoy dispuesto a leer cuanto comic sea posible. Ahora mismo estoy leyendo "V For Vendetta" que me esta gustando bastante, no tanto como Watchmen pero es que es una obra incomparable.
Ow, perdon por la redundancia de mi comentario. Lo hubiera revisado antes de publicarlo, pero como dicen los americanos, no big deal.
Oscar: no he recibido ningún mensaje sobre Watchmen, pero comprendo que te guste tanto. Es una obra que renovó el género de super héroes en los cómics para convertirlo en un género adulto. V de Vendetta no la tengo, sobre todo porque quisiera encontrar la versión en blanco y negro. Creo que el coloreado no hace justicia a su dibujante.
Un saludote.
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