A los clásicos del cómic de Editorial Planeta le llueven los palos y pedradas, y no sin razón. Sus torpezas, despistes y despropósitos ya forman una nutrida antología del disparate. A esto se le ha unido, en recientes días, su primer tomo del Tarzán de Harold Foster con cuatro páginas no incluidas, o la presión que han ejercido los abogados de la editorial (con toda probabilidad, haciendo uso de su derecho) para impedir que la excelente edición en blanco y negro que está llevando a cabo el portugués Manuel Caldas de Príncipe Valiente no se pueda distribuir en librerías porque Planeta tiene los derechos del personaje en España. Y bueno, todo esto viene a cuento porque el sábado recibí el tomo primero, de seis, de la edición que se anuncia en Estados Unidos como definitiva de Terry and the Pirates, la novela río de Milton Caniff que ahora edita IDW Publishing dentro de su colección The Library of American Comics. Reciente está en el tiempo, por recién concluida, la espantosa edición de Planeta en 16 tomitos enanos con una reproducción lamentable.
Esta nueva edición de Terry es la tercera que compro, y espero que sea mi definitiva. La primera fue la de Norma (edición española de la usaca de NBM), que publicaba sólo las planchas dominicales, pero no las tiras diarias, con lo cual era lo mismo que leerse un Don Quijote sin vocales y con capítulos ausentes. Hay que decir que la edición era de lujo y el escaneado de las páginas a color era impresionante (a mí me gustan los escaneados, nunca la recoloración). Cada dominical venía dividida en dos páginas, por lo que la impresión resultaba de lujo. Otro punto flaco es que a Dlagon Lady el tlaductol la hacía hablal como chinita mandalina, quitándole buena parte de su encanto a la glamourosa señorita que en la versión original habla un correcto inglés como Dios manda.
La edición de Planeta incluía tiras diarias y dominicales, pero las dominicales no estaban a color. La reproducción de todo ello era horrible, y hoy queda como una especie de edición de bolsillo con más defectos que virtudes. Reciente todavía la edición de Terry por Planeta, y teniendo en cuenta el escaso tirón real de los clásicos en España, no es probable que alguien se anime a sacar el Terry de IDW, y es una pena porque se trata de una buena edición: edición de lujo en tapa dura con sobrecubierta, buen papel con buena consistencia y no satinado, la edición de IDW publica tres tiras diarias por página y una dominical en página aparte, y por supuesto en su glorioso color de la época. Todos los materiales han sido restaurados para esta edición tras llevar a cabo una búsqueda de los mejores materiales existentes, que, desgraciadamente, no son los originales de Caniff porque éstos en su mayor parte ya no existen o están en manos de coleccionistas privados. No es la edición perfecta de este clásico, pero visto lo que hay, es lo mejor que se puede esperar hoy día y no hay muchos motivos de queja (compárese esto con la horrenda edición en formato chapulín de Steve Canyon que ahora está editando Checker en Estados Unidos). Puestos a poner peros, quizá hubiera sido preferible una edición en tomos más delgados (el tomo 1 tiene 378 páginas de gran tamaño), que las tiras hubieran sido editadas a un tamaño mayor a dos por página y las dominicales divididas en dos mitades a toda página como en la edición que en su tiempo hizo NBM.
A esta edición se le puede objetar el pero de que las dominicales originales (que no eran publicadas en formato apaisado) han sido remontadas para que quepan en un formato que permita hacer convivir la tira diaria con la dominical. Hay que decir en defensa de esta medida que no se altera la composición de la página original, ya que Caniff no sometía la composición de página de las dominicales a experimentos formales, por lo que, simplemente, ahora suele haber tres hileras de 3 o 4 viñetas en vez de 4 hileras de 2 o 3 viñetas, como en las dominicales originales. Además, esta edición traen buenas introducciones y, cosa rarísima que yo nunca había visto en un cómic, un índice onomástico y temático al final del volumen. En definitiva, una edición recomendable y mejor, en muchos aspectos, que la que esta misma editorial está haciendo de Dick Tracy en formato Peanuts.
Milton Caniff: The Complete Terry and the Pirates I. 1934 to 1936. IDW Publishing. San Diego, 2007.
2 comentarios:
¿Pero los derechos son a perpetuidad? ¿verdad que no? ¿Por qué se puede reeditar material que Norma todavía tiene en la calle con otro sello editorial y nadie dice ni pio? ¿No será que jode que se hagan bien las cosas por parte de un señor particular que ni siquiera puede ganar dinero con esto? ¿No es mentira que la edición de Planeta de El Principe Valiente no ha terminado todavía?
Parece que ni siquiera ha habido abogados: hay presiones más sutiles: no te compro más casicos y allá te apañes, KFS.
Yo también me siento afectado por la ingerencia de Planeta, que me ha parecido una putada, pero si esto ha pasado es porque es posible desde el punto de vista legal aquí y ahora. Tengo los dos tomos de Caldas y su libro Foster y Val, y pienso comprarlo por correo al editor. Ni el traductor R. Marín ni el propio Caldas han echado leña al fuego con este tema, pero en las actuales condiciones en que Caldas va a distribuir su Principe Valiente veremos si el proyecto sobrevive, al menos en español. Y si no sobrevive, espero poder seguir con la colección en portugués.
Un saludote, Anónimo.
Publicar un comentario