martes, febrero 20, 2007

FANTASCOPÍA: SED DE MAL (1958)

SED DE MAL, de Orson Welles (“Touch Of Evil”. 1958). Con Charlton Heston, Janet Leight, Orson Welles y Marlene Dietrech. USA. (****, de 4)

Entre la escasa filmografía de Welles como director podemos encontrar tres principales: “Ciudadano Kane” (1941), “El proceso” (1962) y “Sed de mal” (1958). “Sed de mal” es la menor en calidad, pero viniendo del gran maestro es un film magnífico en toda regla.

Los atractivos del cine del Orson Welles son numerosos. Cuando nosotros, por la noche, soñamos, se nos da a conocer un mundo extraño e incoherente, confuso y hasta absurdo a veces. Como pudimos comprobar en “El proceso”, cuando nosotros soñamos estamos como viviendo un film de Welles, su cine es abstracto y complicado, el cine de Welles en nuestra personalidad es el calco exacto de nuestro subconsciente. En “Sed de mal” la técnica cinematográfica empleada no puede ser considerada kafkiana, sino Orson Welles abordando un tema claro con su habitual riqueza de psicología, de nobleza cinematográfica... “Sed de mal” es la perfecta artesanía de uno de los genios del cine... aunque nadie comprenda sus mensajes. Desde el fondo de “Sed de mal” brilla la gran llama de la inmortalidad porque si un día este director, actor, argumentista, vago y con una gran maestría sobre su masa gris fuese olvidado –cosa que jamás sucederá— el cine no merecería llevar el distintivo de “arte”.

1982

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ricardo:

Esta es una gran joya cinematográfica que a veces me veo tentado a creer que supera al "Ciudadano Kane". Aquí Welles introduce nuevas palabras al vocabulario cinematográfico, tal como en su obra precedente, que hasta el momento no ha logrado superar nadie en su aplicación. De lo bueno poco, y tal como Tarkovsky o Eisenstein, lo poco que logro cuajar está cuajado en toda la extensión de la palabra. "Los Niños del Hombre" , de Alfonso Cuarón, es una película que homenajea el legado de Welles, especialmente en la forma en que el concepto visual se maneja en función del contenido. Excelente!!!

Maquila Donna dijo...

Estoy de acuerdo contigo, dilecto Don Melón. Lo que pasa es que el Ciudadano tiene esa fuerza de la vida, juvenil y romántica, que no hay madurez que la supere. Sed de mal es la obra de un viejo dios; el Ciudadano es la obra de un dios recién nacido, de un Hermes irreverente, ladrón y travieso, pero dios al fin y al cabo.

Un saludote.
Ricardo Vigueras

Francisco Ortiz dijo...

Una película que hipnotiza la mirada y el recuerdo. Hay planos que viven en mi memoria como si fueran recuerdos de cuando era pequeño, como esa cara del malo en primer plano, esa presencia ominosa. Saludos.