Blotch es uno de esos seres despreciables que, a causa de su misma imperfección, nos parecen tan regocijantes. Todos conocemos personas como Blotch: mediocres egomaníacos que creen estar por encima de la mayoría y se hallan moralmente debajo de la mayoría. Blutch, padre de Blotch, lo sabe perfectamente y exprime en su licuadora todo el jugo de una mente siniestra y antipática como es la de Blotch. Todos somos feos de una forma o de otra, y esto es lo que representa el mundo parisino y cerrado de Blotch: un mundo antiguo y bello, desaparecido y bello, lo cual es parecido a afirmar que, de alguna manera, también es feo. Blutch es un maestro del pincel y en Blotch nos presenta a un dibujante que vive en París en la época de entreguerras, época dorada cuando todavía existía el escándalo que tanto aprovechó y luego añoró Luis Buñuel.
Blotch medra sin darse cuenta de su inmenso fracaso vivencial, que no es otro que el triunfo de Blutch al representarlo. Blutch, cuyo verdadero nombre es Christian Hincker (1967), comenzó en la bande desinée a finales de los años 80, concretamente en la revista Fluide Glacial donde publicó este regocijante Blotch, recogido con posterioridad en dos álbumes que acaba de publicar en España La Cúpula en un solo volumen. Colaborador también de la editorial L´Association, en 1996 saltó a la revista À Suivre, donde creó Peplum, una obra de corte histórico basada en el Satiricón de Petronio y a la que ya tengo muchas ganas de echar el diente.
Artista inquieto y versátil, Blutch es un genio del humor cáustico que publicó en Fluide Glacial las peripecias de Blotch, un engreído dibujante de chistes de prensa a quien hay que reconocer, por supuesto, un sentido cruel y desvergonzado de contemplar la inmensa miseria del ser humano. Maravillosamente dibujado con un pincel suelto y garboso que hacen de Blutch un maestro moderno, Blotch es un sustancioso tebeo para reconciliarnos por medio de la risa con el lado más oscuro y miserable de nosotros mismos. Y es que, como Blotch, nos recortamos contra el fondo de este decorado como patos mareados y torpes, adustamente serios como un rigor mortis, y al mismo tiempo, solemnemente ridículos. Creo que las dos páginas que adjunto son una buena representación de las excelencias del pincel de Blutch y del humor sombrío, cruel y desesperado, de esa gran creación que fue Blotch.
Blutch, Blotch. Ediciones La Cúpula. Barcelona, diciembre 2007.
4 comentarios:
¡Que casualidad! Precisamente hace dos posteé sobre "Blotch" en mi blog.
Gran descubrimiento el Blutch. Ya me está tardando ir a pillar su "La Voluptuosidad"
Me apunto a todo lo que publique Blutch. La que sí me interesa, y mucho, es Peplum, porque soy un fanático de el Satiricón. A ver si le puedo echar un vistazo para abrir boca en La Mula de Alejandría.
Un saludote.
Rick: Que milagraxo? Bueno yo aqui reportandome, me parece interesante este Blutch:Blotch, la neta si me gusta el comic en general pero no tanto como las pelis. Viste que tu paisano Bardem gano el oscar, me dio mucho gusto por el, se lo merecia, es buen actor el tio. Recibe un fuertisimo abrazo cargado de carino...
-Edmond Dantes (en greengolandia)-
Bueno, qué duda cabe de que el Bardem se lo merece. Un gran actor. Seguro que en España están bien contentos.
Sea feliz entre los gringolandeses, y nos seguimos leyendo.
Un saludote.
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