Me entero por las bitácoras dedicadas al cómic que Aleta Ediciones ha decidido cambiarle el traje a las series que publica de la casa italiana Bonelli. O sea, que a partir del mes que viene los bonitos volúmenes mensuales de casi cien páginas dedicados a Dylan Dog, Martin Mystère, Nathan Never y Dampyr ya no tendrán cien páginas, sino que serán trimestrales y compilarán tres ejemplares de cada serie. En concreto, en agosto cambian de formato Dylan Dog y Dampyr, y en septiembre, Martin Mystère y Nathan Never. Además, Aleta presentará un nuevo personaje de Bonelli: una miniserie bimensual protagonizada por Brad Barron. Y no acaban aquí las novedades para el nuevo curso: la editorial anuncia que habrá doblete de Dylan Dog, puesto que, sin proporcionar fecha de inicio, comenzarán a publicar tomos trimestrales con las historias de este célebre detective de las pesadillas donde, a razón de cuatro números por volumen de 400 páginas, se publicará la serie desde el número 1 original italiano. De pasada, pero sin más datos, prometen lo mismo para una edición integral de Martin Mystère.
Que conste que lo que sigue es sólo una opinión personal y no documentada, así que, perdón si meto la gamba. Soy un gran fan de los tebeos Bonelli, así que a mí este tema no me deja indiferente. Yo no sé si este lío de formatos, periodicidad, dobletes y novedades será bueno o no para la presencia de los tebeos Bonelli en España. A mí, en lo personal, el cambio de periodicidad me da un poco igual porque yo los bonellis los leo semestralmente de un tirón, ya que mi librero de Murcia me los reserva y los recojo todos juntos en diciembre y julio y me los traigo en la maleta, pero no sé si a un español que vive en España le hará gracia, si es que logra acordarse de un trimestre para otro, llevarse a casa un tomo de trescientas páginas de su personaje favorito. Está también el tema del precio: no es lo mismo gastarse cada mes 20 euros en cuatro personajes bonelli y 400 páginas, que gastarse 60 euros de una tacada en 1200 páginas que, a lo mejor, se hacen más cuesta arriba de leer, más que nada por el factor psicológico: aunque es lo mismo 20 euros cada mes que 60 cada tres meses, esta última opción duele más a la hora de pagar. Por no hablar de que, para muchos, leerse 1200 páginas de un tirón parece alargarse tanto como el pago de la hipoteca del pisito.
Y luego está el tema del formato. Aleta ha conseguido tener en España la mejor edición bonelli de nuestra historia. Son bonitos los tomitos de Aleta, con su buen papel e impresión, sobre todo las preciosas portadas en cartulina y una encuadernación generalmente buena (también tienen notorios defectos: la desaparición de la miscelánea y el correo de los lectores, así como las muchas faltas de ortografía y acentuación en cada número). Con el nuevo formato desaparecen dos de tres portadas (aunque sean reproducidas dentro del volumen como en cualquier buen integral, se pierde un importante atractivo y reclamo de estas series), y por último, el producto final será un volumen parecido al reciente tomo de Martin Mystère publicado también por Aleta: El expediente Excálibur. Este volumen era todo un encanto, y disfruté mucho con su lectura, pero volvemos otra vez al factor psicológico: para mucha gente se trata de un ladrillo de difícil digestión y ardua lectura, sobre todo porque los tebeos bonellis son muy literarios y, para muchos jóvenes, anticuados (viñetas pequeñas, descripciones literarias, diálogos abundantes, ritmo pausado donde se concede importancia a los matices...). Es verdad que, con el reciente boom de la novela gráfica de distintos grosores y formatos, hoy nadie debería espantarse de este pequeño detalle, pero resulta que los tebeos Bonelli no son tan populares en España como en Italia, donde sobre todo rifan y controlan los superhéroes. En España puedes vender a Spiderman casi como te dé la gana, pero me parece más complicado hacerlo con Martin Mystère. En fin, que espero estar equivocado, porque, como ya digo, los bonellis de Aleta son los únicos tebeos que realmente sigo.
En fin, yo hubiera dejado en paz los bonellis mensuales como hasta ahora, y sí, hubiera recurrido al formato tomo gordo para la edición de Dylan Dog desde el número 1 original, para distinguirlo precisamente de la serie regular, pero... Supongo que en Aleta sabrán lo que hacen. Y si no, pues nada. ¿Saben lo que he estado haciendo en estas dos semanas de enclaustramiento en casa antes de volver al trabajo el lunes? Memorizar una gramática italiana. Seguiré comprando los tomos de Aleta, por supuesto, pero si el experimento sale mal no pienso poner en riesgo mi ración mensual de Bonellis. Son los mejores tebeos populares del mundo, tan buenos que mientras los lees te limpian el organismo dañado por malas lecturas. Si algún día Aleta deja de publicar a estos personajes, no pienso dejar que me afecte: los leeré directamente en italiano.
Ni el divino Dante, ni Alejandro Manzoni, ni Cesare Pavese ni Umberto Eco ni cebollitas en vinagre valen tanto sacrificio. La mejor razón que existe para aprender la lengua italiana es poder leer los tebeos Bonelli en su versión original: Tex Willer, Dampyr, Martin Mystère, Julia, Magico Vento, Nathan Never, Dylan Dog, Mr. No, Napoleone, Zagor y otros... Los mejores tebeos del mundo, palabrita del niño Jesús y de profesor Gafapasta.
Mucha suerte, Aleta, y cuidadín con las faltas de ortografía.
Mucha suerte, Aleta, y cuidadín con las faltas de ortografía.
6 comentarios:
Ya sabes que comparto tu devoción por estos tebeos -pocas publicaciones pueden seguir llamándose así, tebeos- de Bonelli y también la opinión que manifiestas en esta entrada. Aleta debería recordar aquello de "¿funciona?, ¡no lo toques!". Yo seguiré comprando las cuatro series y todo lo que me pongan en las tiendas, especialmente de Dylan y el tío Martin. Pero en Aleta deberían pensárselo...
Yo de Bonelli sigo Nathan Never y para mi no creo que sea ningun problema el nuevo formato. La que tambien me llama mucho la atencion es la nueva miniserie que van a sacar.
Lo que yo me planteaba, amigo Brujo, es si los bonellis funcionan realmente. Yo, y ojalá me equivoque, creo que más bien lo hacen a medio gas, pero no podría asegurarlo porque nadie sabe lo que vende Aleta, sobre todo porque en España hay un gran secretismo con las cifras de ventas. Quizá este cambio de formato es una huída hacia adelante, pero no lo sé, una forma de explotar más el formato de novela gráfica. De momento tú y yo, y muchos otros, seguiremos comprando lo que publica Aleta, y ojalá el cambio agregue lectores a estas series.
Un saludote.
Amigo Daniel:
Se nota que te tira sobre todo la ciencia-ficción, ¿verdad? Yo también voy a darle una oportunidad a Brad Barron, fue la primera miniserie Bonelli y parece interesante. Transcurre en los años 50 y es un homenaje a las pelis de CF de aquella época, Ultimatum a la tierra y otras.
Y bueno, te felicito por tu lealtad a Nathan. Ojalá todos los lectores de los bonellis piensen igual y nadie se baje del tren en marcha.
Un saludote.
comparto todo lo que dices.
PERO TENGO MIEDO
yo descubri estos comics en ediciones zinco hace muchos años y consegui apenas 20 comics de zagor,ken parker,dylan dog(ya que los descubri años mas tarde de que ediciones zinco pararan las colecciones)y no volvi a encontrar ninguno mas,estuve años sin conseguir ningun comic de Bonelli.(exceptuando a comics forum que por el año 1993 saco nathan never pero pararon la serie"supongo que tendrian malas ventas...")
ahora mismo en el mercado hay 5 personajes de Bonelli y espero que no ocurra como antes y desaparezcan.A si que este cambio de formato de 300 paginas no se si sera bueno o malo...pero espero que sigan sacandolos...y no desaparezcan del mercado español.
Yo también comparto tu miedo, amigo. pero como no me gusta vivir con miedo, por si acaso estoy estudiando italiano.
Un saludote.
Publicar un comentario