Los tres desprenden un inconfundible aroma a santidad, como puede verse aquí mismo:
San Sebastián, de Guido Reni (1575-1642). Mucho es lo que habla el gran Mishima en su obra Confesiones de una máscara (1948) sobre las fantasías de carácter erótico que le provocaba esta pintura de Reni, donde, según él, la agonía de San Sebastián estaba teñida de efluvios tan eróticos como mortuorios. Sebastián nació en 256 y fue ejecutado en 288 por órdenes del emperador Maximino, quien descubrió mediante delatores que era cristiano. A pesar de haber servido como jefe de cohorte de la Guardia Pretoriana para el emperador Diocleciano y de ser estimado por todos por su valentía y rectitud, Sebastián fue condenado a morir asaeteado contra una columna a la que fue atado. Fue rematado a latigazos. Su fiesta es el 20 de enero y hoy es considerado el santo patrón de la comunidad homosexual.
2 comentarios:
El San Sebastián era un modelo clásico en la pintura figurativa y hay cientos de cuadros con el mismo motivo.
(La imagen de la Bellucci es altamente perturbadora). ;-D
Impacientes Saludos.
Efectivamente, Pablo. Son cientos los Sansebastianes. Y como puedes ver, el número sigue subiendo. No tengo a mano mi ejemplar de Confesiones de una máscara, pero creo que la obsesión erótica de Mishima era con el cuadro de Guido Reni.
Un saludote.
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