Sabadete relax. Ayer, una película mexicana de chatarerría con grandes momentos: La momia azteca (Rafael Portillo, 1957), y hoy continúo con mi relectura de Dampyr para un artículo que llevo escribiendo toda la semana. Con desconsuelo advierto que me faltan ejemplares de esta magna serie. El episodio leído hoy, Cazadores de fantasmas, es sencillamente de antología. Terror gótico fantásticamente concebido y ejecutado por esos dos grandes maestros del cómic que son el escritor Mauro Boselli y el dibujante Majo. ¿Pueden creer que, leyéndolo, hasta miedo he sentido al volver algunas de sus páginas y contemplar algunas viñetas? ¡A mis años! Impresionante. ¿Les he dicho alguna vez que los tebeos de Sergio Bonelli Editore son los mejores tebeos del mundo? Lo que yo no entiendo es qué hace otra gente leyendo otra clase de cómics sin leer éstos.
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