sábado, enero 01, 2005

AÑO NUEVO PARA PERRO VIEJO. NO NEW TRICKS.

Yo también he sobrevivido a la nochevieja. He sobrevivido incluso (aunque no estoy del todo recuperado) a un ataque gripal enfadosamente instalado en mi garganta y cuerdas vocales. Crucé las turquesas cortinas entre espasmos y pesadillas repetitivas: memorizaba una guía telefónica.

Cuando el avión entra en la zona de turbulencias que divide las dos regiones del Atlántico como dos grandes masas de carne, sabes que cruzas las turquesas cortinas del Sol. Sabes que estás allí en mitad de la nada, renqueando por los largos pasillos de un mal sueño, donde la noche es más negra e inhóspita que nunca y no tiene patria ni habla lengua alguna; allá en el punto exacto en que las cortinas se agitan violentas ante la intromisión del avechucho de metal, que zozobra y se bate en su vuelo hacia la salida de la trampa turquesa de las cortinas del lecho del sol.

Es emocionante siempre, pero este viaje siempre tiene el mismo fin en ambas direcciones. La turquesas cortinas son más benévolas que Escila y Caribdis.

“Año nuevo, vida nueva”, nos enseñaron en la infancia, cuando teníamos toda la vida por delante. Otro refrán asegura que perro viejo no aprende trucos nuevos. Queridas mamás: Intentaremos reforzar nuestros buenos trucos, y convertir en menos dañinos los más biodegradables.

Hablando de viejos y conocidos trucos, vicios y gustos, ya he leído los dos primeros números del Dylan Dog y el Martin Mystére, que de nuevo se editan en España y esta vez por Aleta Ediciones. Esta pequeña editorial ha realizado un gran trabajo de presentación de estos clásicos del tebeo popular italiano de la editorial Bonelli: casi cien páginas en buen papel, estupenda impresión, formato Bonelli de toda la vida en Italia y una correcta rotulación. Es, digámoslo, la primera vez que uno ve un tebeo de Bonelli editado en España y no da un poco de asco por una razón u otra. En Dylan Dog: Percepciones extrasensoriales tenemos una historia un poco endeble llena de lugares comunes donde el casus belli es un asesino psicópata que lee el pensamiento de sus víctimas; el dibujante Ugolino Cossu la resuelve con gran dignidad y solvencia artística. Me quedo, sin lugar a dudas, con el número 1 de Martin Mystére (Amenaza de las estrellas), ese clon de Brick Bradford que investiga lo imposible y ahora se enfrenta al misterioso caso de combustión espontánea de individuos que sostienen haber mantenido contacto con entes extraterrestres. En esta ocasión el dibujante es Rodolfo Torti, que sin ser el divino Alessandrini, sí es un hábil y eficaz artista de línea suelta, gran deudor del maestro y con mucha fuerza y gran sentido plástico.
Feliz 2005.

Dylan Dog 1: Percepciones extrasensoriales. Guión de Pasquale Ruju y dibujo de Ugolino Cossu. Traducción de Jesús Huguet. Correspondiente al Dylan Dog 159 de la edición italiana (diciembre 1999). Aleta Ediciones/Bonelli Comics. Valencia, diciembre 2004. (**)

Martin Mystére 1: Amenaza de las estrellas. Guión de Marco Deplano y dibujo de Rofolfo Torti. Traducción de Jesús Huguet. Correspondiente al Martin Mystere 214 de la edición italiana (enero de 2000). Aleta Ediciones/Bonelli Comics. Valencia, diciembre de 2004. (***).

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