domingo, octubre 01, 2006

POR QUÉ EL MUNDO NO NECESITABA ESTE SUPERMÁN

Pensará más de uno: ¿pues qué hacías viendo el último Supermán? Bueno, yo me encontraba en Murcia y se trataba de acudir al viejo y querido cine Rex de tantos recuerdos, y hacerlo en compañía de Conchi, mi hermana, de su hijita Selena y de Doña Maquila. Todo vino a propósito de Selena, quien recién descubierto el primer Supermán de Reeve quería contemplar la enésima versión del mito en pantalla grande. Mi idea era pasar el rato, ni siquiera un buen rato.

El nuevo Supermán me aburrió casi de principio a fin, salvo cuando sonaban los acordes de la partitura original ya clásica de John Williams. Un momento emotivo: Supermán detiene la caída del avión en un estadio de fútbol, las masas le ovacionan y la escena tiene el regusto cirquense (de panem et circenses) de los grandes héroes populares de la mejor Roma pagana. Alguna cita ilustrada sobre el mito de Prometeo hecha por Lex Luthor (Kevin Spacey) puede servir para el cajón infinito de las citas clásicas en el cine. En general, sentí que la película no hacía falta y su producción era un error. Veamos por qué el mundo no necesitaba este Supermán.

El mundo no necesitaba este Supermán porque no es más que una puesta al día de la versión de Richard Donner (1978), y ya está. Misma banda sonora, mismos clichés, mismo Marlon Brando (aunque ahora en antiguo descarte de moviola), y hasta el mismo caracolillo en la frente que tan bien le sentaba a Reeve. Es un calco de los elementos novedosos o sorprendentes de la primera entrega (y ni siquiera el nuevo azul del traje o la analogía Cristo/Supermán convierten al chicarrón de Villachica en más oscuro, porque además, Supermán nació para ser radiante). El mundo no necesitaba este Supermán porque este mundo nuestro no ha cambiado demasiado entre 1978 y hoy mismo. Son veintiocho añitos sin grandes cambios estéticos o ideológicos. Tampoco el cine de Hollywood ha cambiado mucho entre 1978 y hoy día. Bueno, un poco, pero no el abismo que media entre, por ejemplo, El gabinete del Doctor Caligari (1920) y Las zapatillas rojas, de Michael Powell (1948), por mencionar dos títulos bien conocidos entre los cuales media un abismo que no son los 28 años que separa a los dos supermanes. O la notoria diferencia que hay entre dos productos separados por sólo diecinueve años, como Caligari y Lo que el viento se llevó (1939). Entre un Supermán y otro han cambiado las bagatelas: ya sólo fumamos los malvados, ahora la iluminación es más oscura, ni siquiera Clark Kent usa sombrero y los efectos especiales han adquirido un mayor desarrollo frente al retroceso de la construcción dramática y del ingenio, algo que escasea en este Supermán. El mundo no necesitaba este Supermán porque Brandon Routh es una imitación de Reeve, un actor que se convirtió en símbolo trágico de la volubilidad de la fortuna (Fortuna regina mundi) y que acabó por interpretar en la vida real a un verdadero supermán. El mundo no necesitaba este Supermán porque no hubo hiato entre la última entrega de Reeve y la nueva entrega de Singer: ahí están las series Smallville, Lois and Clark y la multitud de dibujos animados para la televisión sobre Supermán o con Supermán. Y para colmo, la película carece del encanto camp del film de 1978, que tenía una coña marinera pero que muy sana y un Christopher Reeve que, sin haber sido nunca un gran actor, era un profesional más que eficaz que sí sabía cambiar graciosamente de registro entre el héroe y Clark Kent para componer un periodista gafapastoso en la mejor tradición del Cary Grant de La fiera de mi niña, por ejemplo. En definitiva, por muchas razones (por no hablar de las estrictamente cinematográficas), el mundo no necesitaba este Supermán.

Superman Returns (2006). Dirección: Brian Synger. (**, de 4). Más información, IMDB.

4 comentarios:

Francisco Ortiz dijo...

Muy bueno este texto, con meditaciones políticas y sociológicas incluidas. Así deberían de ser muchas críticas de cine, pero creo que en el lapso de tiempo observado también la crítica de cine se ha echado a perder.

Anónimo dijo...

Todo el mundo opina igual sobre este Superman, pero tú lo explicas mucho mejor :)

Anónimo dijo...

Ya sabes como es Hollywood Rick... no les importaba mandar a la tiznada a muchos fanaticos de corazon, en lo particular no soy seguidor de Superman de hecho me cae mal. Pero no me disgusto tanto la pelicula como a ti, pero es por eso mismo no? Quiza me gusto porque como me cae mal, estuvo pesima para ti buena para mi...jeje...en fin que que esperas de un sistema que solo se dedica a hacer dinero, esta pelicula simplemente era una mas, no el gran regreso.

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

El tiempo le dio la razón a quienes se temían lo peor. Bryan Singer, el director de ésta entrega y "clásicos" del cine negro cotemporaneo como "Sospechosos Comunes" o "Apt Pupil," no es mas que un "auteur" fabricado por la tendencia de mercadear que siguió inmediatamente a "Pulp Fiction," en la que siempre se las comparaba con ella, casi siempre poniéndolas como "superiores."

Tal vez pueda producirnos algún goce esta cinta si la tomamos como un homenaje (aunque para capricho personal, pues bastante costoso en dinero y en tiempo, sobre todo el de los espectadores). No sé si te acuerdes de "Psycho," de Gus Van Sant, que se limita a reproducir el estilo de Hitchcok con actores que simplemente no pueden competir con los que ya se consagraron haciendo antes las mismas escenas. Van Sant me parece también otro artesano que se avienta el jale que caiga al que la industria trata de hacer ver como un "auteur."

Abrazos.