Supongo que esta noche, en Venezuela, muchos recuerdan aquella bonita frase de Voltaire, que yo parafraseo porque no tengo a mano la cita exacta: “No comparto tus ideas, pero daría mi vida porque puedas seguir expresándolas”. Después del lacrimógeno cierre del canal RCTV esperábamos que el macaco de Chávez hiciera acto de presencia para aturullar al mundo con uno de sus flamígeros discursos: burritos de socialismo tropical sazonados con mucho alcanfor para que el pestazo a ideología muerta no atufe la manduca. No lo hizo, pero CNN en español entrevistó a uno de sus esbirros, que habló sobre el fin de la dictadura mediática. Me da mucha pena que el Macaco se proclame hombre de izquierdas: ay de mi pobre y querida izquierda, hoy convertida (cuando bien le va) en derecha civilizada, como en la España de Zapatero o la Francia de Segoléne (que no ganó, claro, no podía ser de otra manera; ella, como buena francesa, sí puede decir aquello de que alguien se comió su queso).
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1 comentario:
Creo que nunca hemos conocido una izquierda limpia, sólo ideal. Pero eso sí, vivimos y conocemos una derecha degradante y cruel, sin concesiones, donde el fascismo no se trata de hacer callar, sino de hacer hablar. Honestamnete, no distingo ningún sistema político en este sentido. No creo que sea peor Chávez que Bush. Ahí se dan. ¡Culeros!
Saludos y me uno a tu post.
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