Cosa sabida es que los agostos (y veranos, en general) sólo traen la noticia relevante de la muerte de los grandes. Ahora toca Fernando Fernández, que a pesar de su intrascendente nombre y apellido (como el de otro gigante: Pepe González) era uno de los artistas más grandes de la ilustración y el cómic que dio esta España, piel de toro que los neo-victorianos quieren cada vez con menos toros. Es una pena la reciente letanía de fallecimientos de grandes del medio tebeístico: Manfred Sommer, Pepe González, ahora Fernández, Víctor de la Fuente... Es triste, pero es ley de vida el fallecimiento. Lo que me parece más que triste una verdadera tragedia es que no podamos acceder a las obras completas de estos INMENSOS de nuestra historieta, o casi completas, porque todos trabajaron mucho para sindicación extranjera en su juventud, y en tebeos no muy rescatables si se quiere: románticos y de guerra con guiones hoy insoportables: verdadera arqueología del tebeo de consumo europeo.
Pero que la obra de madurez de estos titanes haya que buscarla (en su mayor parte) en mercadillos, CRGs y blogs donde gente comparte colecciones completas de revistas de los 80 es ciertamente lamentable. A Dios pongo por testigo: un día llegará en que la gente se agolpará en los museos para ver originales de González, Fernández y de la Fuente en vez de mucha bazofia que hoy pasa por (h)arte y que nos tiene hartos. Nuestros descendientes (bueno, los vuestros) se preguntarán qué pasó en este extraño Siglo de Oro de nuestro arte (sin h) y en qué carajo estábamos pensando mientras ellos morían muchas veces en el olvido, a veces en la indigencia (como Pepe González). Les adjunto viñeta de Drácula, por Fernando Fernández, y aquí abajo dos páginas de esta adaptación del gran clásico que el maestro hizo en los años 80 de nuestras nostalgias. Sus imágenes hablarán millones de veces más que mis mil palabras. Ficha Toutain, clicando aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario