miércoles, marzo 22, 2006

PRÁCTICA DEL GUIÓN CINEMATOGRÁFICO

Hoy no tengo mucho tiempo para escribir. Día pesado, de los de 12 horas en el trabajo. Tampoco es que me queje: es la vida. Ayer fue un día provechoso en cuanto a lecturas finiquitadas. De esas que son como los ríos que van a dar en la mar, que fue el morir de ayer: un tomo de Modesty Blaise (Titan Books, no Planeta), el primer volumen de la primera edición completa del Flash Gordon de Mac Raboy (Dark Horse), el Krazy and Ignatz 1931-1932 del infinito talento de Herriman (Fantagraphics). Ya hablaré de ellos, porque tienen miga. También finalicé un bonito libro del dramaturgo Jean Claude Carrière, guionista de Buñuel, Godard, Milos Forman, Peter Brook y otros grandes), una obrita compartida con Pascal Bonitzer y que se llama Práctica del guión cinematográfico. Es un libro delgado, bonito y negro como chanate, con unas bellas letra rojas en la portada que sangran mientras se estilizan en un clásico The End. En el libro, Carriére y Bonitzer reflexionan sobre el guión de cine, sobre las necesidades y exigencias del oficio. No categorizan nunca, y además Carriére se permite burlarse un poco de los tratados americanos al respecto, llenos de estratificaciones y cuestiones de estilo convertidas en mandamientos de un Moisés que desciende del monte Wall Street. Carrière enfatiza la importancia que para el guionista de películas debe tener el desprenderse de casi toda novelería en la redacción de un guión. El guionista, nos dice, es un pulidor de esqueletos (bueno, esta tontería es sólo mía, no de Carrière), un hombre que escribe la película sin ser película, pero ya es la película cuando ésta es sólo el fantasma impredecible. También proporciona un sabroso decálogo de opiniones personales entre las páginas 31-55. Carrière nunca pontifica, para no caer en el error de los pragmáticos pergeñadores de hollymemeces, y en definitiva, el encanto mayor de este texto procede de la cálida invitación que se nos hace para compartir una experiencia, una dimensión cognoscitiva y emotiva, absolutamente parcial pero igualmente valiosa, del oficio de emborronar cuartillas que se convertirán en una sucesión de imágenes, inaprehensible en la retina, de un tapiz de sueños.

Jean-Claude Carrière y Pascal Bonitzer, Práctica del guión cinematográfico. Editorial Paidós. Barcelona, 1991 (2ª reimp., 1998). [Paidós Comunicación, 47]. 162 pp.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ricardo: Una preguntita; Servira leer este libro si uno quisiera darse una idea buena de como crear un guion de cine?

El Pobresor Gafapasta dijo...

Félix:
Si tienes la ambición de escribir un guión de cine, no sólo debes leer este libro, sino TODOS los libros que puedas leer al respecto. Cada uno te dejará algo distinto, e irás formándote tu propia idea.

El libro de Carriére es una buena obra, sin duda, pero pertenece a la categoría de libros "de consejos" basados en la propia experiencia, lo cual está muy bien, pero no enseña gran cosa. Es normal, porque a los creadores no les gusta dar pistas sobre cómo construyen sus obras. Viven muy bien de ello, y no les gusta la competencia.

Si quieres apostarle al aspecto técnico de la construcción dramática, que es lo más adecuado, repasa la Poética de Aristóteles y compra The Tools of Screenwriting, de Howard y Mabley. Empieza desempolvando el resumen que les di el semestre pasado en la clase de cine sobre este libro.

Y sí, lee también a Carriére, pero lee al respecto cien libros más. No hay fórmula mágica.

Un saludote.

Anónimo dijo...

Se agradece a ambos, Don Melon y Don Ricardo, que se den el tiempo de comentarme un poco y ayudarme con consejos, los cuales se reciben con gratitud, saludos...Melix Fedina!