jueves, julio 21, 2005

EL ALE EN CONCIERTO

Desde mañana y hasta el domingo tiene concierto “el Alejandro” en el Teatro de la Nación de Ciudad Juárez (Panamá y 20 de Noviembre). A las ocho de la tarde: “Juaritos chaveñero” se llama el espectáculo. El Ale es mi cuñado, lo que quiere decir que hoy este post va de nepotismo descarado que no veas. Es simplemente para decirles y decirlas que, si gustan, se pasen por el teatro a ver el concierto del Ale. No sólo porque es mi cuñado, sino porque tiene voz y tiene entrega, porque cuando canta le mete mucho de organismo vivo, de batido de dinosaurios milenarios concentrados que algunos llevan correteando por las venas, aquellos que cuando se paran delante de un auditorio desparraman la leche artística de la que son guardianes: la leche de la creación, que es siempre recreación, y a eso iba. Ya llegué. Arrabalero y y bastante cínico, el Ale es un lírico que ha correteado por el mundo hasta darse cuenta de cuán poca cosa el mundo es. El Ale mezcla las piñaventuras con las piñacanciones, homenajea a sus ídolos cantarines, pero también crea a partir de la tradición y de su experiencia vital. Cuando ha compuesto canciones para obras de teatro infantiles (en lo que es versátil y brillante), reinventa la infancia con todos sus gracias y chingaderas, pero lo hace con ese cinismo inocente que los niños tienen. Esperemos que de este nuevo concierto salga otro disco donde nos entretenga (en conserva) con su cálida voz, una voz callejera que a mí me anima: es la voz de la larga tradición de los vitalistas descreídos, de los muchos que vivían y viven activamente. De hecho, este post lo escribo para decir públicamente lo que tantas veces le he dicho a su hermana: que el Ale, vagabundo de los limbos y aventurero irredento, es la única persona viva a la que admiro. Ya lo dijo hasta Diógenes el Cínico: “Si yo no fuera quien soy, sería el Ale” (bueno, la anécdota clásica no iba exactamente así, pero en este blog no me dedico a promover la documentación científica).

P.S: La foto que cuelgo fue tomada durante mi último cumpleaños. Yo soy el pelón de la izquierda, y el Ale el de la derecha. Como ven, buena compañía, cigarritos y tequila. Fue un buen cumpleaños. Nos vemos en el concierto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Melón, checa estos tres links Agustín,
Los fuereños,
Telón de Arena.

Creo que el Alejandro salió ayer en la tele, tocando unas rolas.

Flakushis dijo...

En referencia al comentario que dejó en mi blog, la verdad es que sí es una película con la cual uno sufre. Y mis trapecios no dejarán mentir. Cuando llegamos a mi casa (que es de usted) le comentaba a mi novio que me estresó mucho la película, que sentía los trapecios y el cuello muy tensos. No es una película que se disfrute en cuanto a la trama, sino a la realización. Aun así, al verla se siente un asco inigualable de saber que eso pasa a diario en esta ciudad.