jueves, julio 28, 2005

TÉCNICAS DEL GUIÓN XIII (DE XIX): PISTA Y RECOMPENSA.


No podía faltar en este santoral, en el que faltarán tantos, un retrato de madurez del gran Orson Welles, quien, además de niño prodigio, colosal director y actor y coleccionista de mujeres hermosas, fue un gran escritor de la pantalla grande. Tanto, que durante su dilatada carrera de actor en películas alimenticias, su contrato incluía una clásula según la cual Orson se reservaba el derecho de reescribir sus diálogos para decirlos como él quería. Actor y director de Shakespeare desde la infancia, Welles pasaba muchas noches en vela reescribiendo el desaguisado de guionistas de tercera categoría. Genio y figura hasta la sepultura. Por cierto, recientemente vi su genial y delirante versión de El Quijote, película inacabada y embodegada durante décadas hasta que se estrenó póstumamente en 1994. Ya les contaré. Seguimos con mi resumen de las técnicas del guión: The Tools of Screenwriting, de Howard y Mabley (St. Martins Press, New York, 1995).

13. Pista y Recompensa (Planting and Payoff, p. 72).

Consiste en una estratagema que se entreteje en la fabricación de un guión. Puede ser una línea de diálogo, el gesto de un personaje, una peculiaridad, una vestimenta, un accesorio o todo junto. A medida que la historia se desarrolla, esta Pista se repite, de manera que se mantenga viva en el recuerdo del espectador. Por lo general, un poco antes del desenlace de la historia, cuando las circunstancias de los personajes y de la audiencia han cambiado, hay una Recompensa por el conocimiento de esta Pista, y de pronto ese gesto, peculiaridad o vestimenta adquiere otro sentido más profundo. Constituye una especie de metáfora cuando la Pista toma un nuevo significado como Recompensa. Quizá la Pista más legendaria de la historia del cine sea el "Rosebud" de la gran película de Orson Welles Ciudadano Kane, que conduce a la Recompensa emocional del espectador de convertirse en el receptor final del secreto y el significado de toda una vida cuando todos los periodistas han fracasado en desentrañarla. A veces la Pista y Recompensa tienen un uso más convencional dentro de la historia. Se nos proporciona con la Pista una información que en su momento no tiene relevancia, pero que llega a ser importante en el desenlace de la historia. Ejemplo: si al principio de una película se nos informa de que hay una pistola escondida bajo la almohada y ese personaje necesita más tarde defenderse en su cuarto de una agresión, recordaremos las pistola y desearemos que el personaje también la recuerde para defenderse. Esto estimulará, por tanto, nuestra respuesta emocional al estímulo Temor/Esperanza. En general es buena idea separar las Pistas y sus Recompensas con el mayor tiempo posible de metraje. Si sabemos que un personaje tiene cien dólares, y en la siguiente escena necesita 95 para pagar el billete de tren que asegurará su huida, esto al público le parecerá facilón y falso.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me es familiar la técnica, primitivamente con lo que ha comentado Vargas Llosa del dato escondido

Anónimo dijo...

Parece que hay una maldición con el Quijote, para su producción fílmica (La Nación, Arg.)

Definitivamente tiene que comentar el Quijote de Welles.

Saludos.

Jody Dito dijo...

"Ciudadano Kane" la ví no se cuantas veces y solo por descubrir la pista del "ramoderosas". Claro!! al final dí con ella.

Fantástica tu serie para convertirnos en guionistas, Gracias.

El Pobresor Gafapasta dijo...

Llorch: me alegro de que comentes ese libro estupendo de Vargas Llosa que es "Cartas a un joven novelista" (creo que es el título). El dato escondido de Llosa y la ironía dramática son el mismo truco, pero al revés: se diferencian en que el receptor desconoce el dato escondido que los personajes conocen; en la otra pero el receptor conoce el dato escondido (sólo para el protagonista)en la ironía dramática.

Anónymous: le entraré al Quijote wellesiano, pero no sé cuándo.

Jody: yo no tengo autoridad ni experiencia para convertir a nadie en guionista. Comparto solamente mis inquietudes y los paseos que me obliga a dar. Me alegro de que os guste. De nada porque te guste, pero gracias a ti por visitarme.

Un saludote a todos.