El Hundimiento (Der Untergang, 2004) o La caída (ambas títulos ha recibido en España y América Latina) es una de las películas alemanas más valientes de los últimos años, y en sí misma resulta ser, más allá de las fronteras del país germano, una asombrosa experiencia de recreación que introduce al espectador en un escenario claustrofóbico y atroz: el del bunker donde Adolf Hitler se refugió durante los últimos días de su existencia rodeado de fieles que le acompañaron hasta la muerte, y en muchos casos, en la muerte misma. La película está basada en la obra de Joachim Fest que le dio título (El hundimiento: Hitler y el final del Tercer Reich), pero también en un imprescindible documento para conocer la memoria de los últimos días del dictador: Hasta el último momento, de Traudl Junge y Melissa Müller. Traudl Junge fue la última secretaria de Hitler, y desde su protagonismo privilegiado está narrado este film de Olivier Hirschbiegel, film que, como es natural, suscitó en Alemania una enorme polémica al revisar por primera vez y de forma descarnada el fin de la pesadilla que el nazismo encarnó, no sólo para los judíos, sino también para buena parte de los alemanes.
El gran mérito de El hundimiento es afrontar un retrato de Hitler que no se deje arrastrar por la facilidad de los tópicos más feroces: por primera vez no se recrea ante nuestros ojos ese Hitler satánico salido de las más maniqueas páginas de un tebeo de El Capitán América, sino la figura del Hitler hombre con todas sus miserias, que fueron muchas en los momentos finales del derrumbamiento de su Reich. El film es, desde este punto de vista, valientemente neutral: no critica, pero tampoco defiende ni disculpa. Quizá fue esta frialdad moral la que le hizo perder el Oscar de Hollywood este año frente a la española Mar adentro. Sin embargo, el dorado changuito cirquero hollywoodense no era más importante que la sabia frialdad casi documental de este poderoso ejercicio de claustrofobia y descomposición diestramente sostenido por Hirschbiegel durante 150 minutos desde el punto de vista narrativo; y desde el punto de vista actoral, por un formidable Bruno Ganz reencarnado en Hitler (el mejor Führer de la historia del cine), pero también por un estupendo plantel de actores donde destaca la dulce serenidad de Alexandra Maria Lara en el papel de la secretaria Traudl Junge.
Sin embargo, es esta objetividad del punto de vista donde la película encuentra también su mayor problema: el excesivo documentalismo resta pasión y fuerza al conjunto general, y la verdadera protagonista de la historia (Traudl Junge) a veces parece difuminarse entre tanto personaje histórico. Su función de héroe medio al estilo de Luckacs, ese personaje que representa a los espectadores y con quien los espectadores tienden a identificarse en el cine histórico (o como lectores en la novela histórica) se pierde y desdibuja con frecuencia, perdiendo por tanto su carácter de verdadero protagonista del film: es ella, al fin y al cabo, quien estuvo allí y sobrevivió para contarlo, y la película le pertenecía. Es esta grave falla de estructura dramática la que nos obliga a ver esta película un poco "desde afuera", lo cual deja a El hundimiento más cerca de las obras conseguidas y meritorias que de las obras conmovedoras y maestras.
El hundimiento (Der Untergang, 2004). Dirección de Olivier Hirschbiegel. Guión Bernd Eichinger basado en el libro "El hundimiento: Hitler y el final del Tercer Reich" de Joachim Fest; y en el libro "Hasta el último momento: La secretaria de Hitler cuenta su vida" de Traudl Junge y Melissa Müller. Fotografía de Rainer Klausmann. Montaje de Hans Funck. Música de Stephan Zacharias. Producción: Bernd Eichinger. Diseño de producción: Bernd Lepel. Vestuario: Claudia Bobsin.
Intérpretes: Bruno Ganz (Adolf Hitler), Alexandra Maria Lara (Traudl Junge), Corinna Harfouch (Magda Goebbels), Ulrich Matthes (Joseph Goebbels), Juliane Köhler (Eva Braun), Heino Ferch (Albert Speer), Christian Berkel (Schenck), Matthias Habich (Werner Haase), Thomas Kretschmann (Hermann Fegelein), Ulrich Noethen (Heinrich Himmler). Alemania. Color. 150 minutos. (***, de 4)
El gran mérito de El hundimiento es afrontar un retrato de Hitler que no se deje arrastrar por la facilidad de los tópicos más feroces: por primera vez no se recrea ante nuestros ojos ese Hitler satánico salido de las más maniqueas páginas de un tebeo de El Capitán América, sino la figura del Hitler hombre con todas sus miserias, que fueron muchas en los momentos finales del derrumbamiento de su Reich. El film es, desde este punto de vista, valientemente neutral: no critica, pero tampoco defiende ni disculpa. Quizá fue esta frialdad moral la que le hizo perder el Oscar de Hollywood este año frente a la española Mar adentro. Sin embargo, el dorado changuito cirquero hollywoodense no era más importante que la sabia frialdad casi documental de este poderoso ejercicio de claustrofobia y descomposición diestramente sostenido por Hirschbiegel durante 150 minutos desde el punto de vista narrativo; y desde el punto de vista actoral, por un formidable Bruno Ganz reencarnado en Hitler (el mejor Führer de la historia del cine), pero también por un estupendo plantel de actores donde destaca la dulce serenidad de Alexandra Maria Lara en el papel de la secretaria Traudl Junge.
Sin embargo, es esta objetividad del punto de vista donde la película encuentra también su mayor problema: el excesivo documentalismo resta pasión y fuerza al conjunto general, y la verdadera protagonista de la historia (Traudl Junge) a veces parece difuminarse entre tanto personaje histórico. Su función de héroe medio al estilo de Luckacs, ese personaje que representa a los espectadores y con quien los espectadores tienden a identificarse en el cine histórico (o como lectores en la novela histórica) se pierde y desdibuja con frecuencia, perdiendo por tanto su carácter de verdadero protagonista del film: es ella, al fin y al cabo, quien estuvo allí y sobrevivió para contarlo, y la película le pertenecía. Es esta grave falla de estructura dramática la que nos obliga a ver esta película un poco "desde afuera", lo cual deja a El hundimiento más cerca de las obras conseguidas y meritorias que de las obras conmovedoras y maestras.
El hundimiento (Der Untergang, 2004). Dirección de Olivier Hirschbiegel. Guión Bernd Eichinger basado en el libro "El hundimiento: Hitler y el final del Tercer Reich" de Joachim Fest; y en el libro "Hasta el último momento: La secretaria de Hitler cuenta su vida" de Traudl Junge y Melissa Müller. Fotografía de Rainer Klausmann. Montaje de Hans Funck. Música de Stephan Zacharias. Producción: Bernd Eichinger. Diseño de producción: Bernd Lepel. Vestuario: Claudia Bobsin.
Intérpretes: Bruno Ganz (Adolf Hitler), Alexandra Maria Lara (Traudl Junge), Corinna Harfouch (Magda Goebbels), Ulrich Matthes (Joseph Goebbels), Juliane Köhler (Eva Braun), Heino Ferch (Albert Speer), Christian Berkel (Schenck), Matthias Habich (Werner Haase), Thomas Kretschmann (Hermann Fegelein), Ulrich Noethen (Heinrich Himmler). Alemania. Color. 150 minutos. (***, de 4)
5 comentarios:
Gracias por mencionarme Ricardo.
El título de mi tesis fue "El papel del acetato en las hipotensiones intradiálisis".
Con respecto a lo que dices sobre las tesis, también lo comparto, es cierto, lo válido es el camino recorrido. También es cierto que "eramos jóvenes y nos divertíamos".
Jo! "La novela policíaca de temática romana clásica", leches!!, vaya título!!, enhorabuena, me rindo ante ti. A pesar que no entiendo muy bien, ¿te refieres a las novelas policiacas que se desarrollan en tiempo de los romanos?, aunque no sea policíaca, algo así como "Shinue el egipcio", o por el contrario ¿te refieres a autores como Petronio o Apuleyo?, aunque no escribian precisamente policíacas (el Satiricon no es policiaca no?).
En fin!!, que pases un buen día.
Hola, Jody. Los títulos de las tesis son extraños, pocos lo entienden fuera del rollo en que el tesista habita. La mía trata sobre novelas policiacas ubicadas en aquella época de Cicerón y César. Una buena manera de aprender y entender la historia. Te recomiendo a Steven Saylor, publicado en Emecé.
El título de la tuya también a mí se me hace ininteligible. Pero seguro que tiene su punto.
Nada. Que tengas buen día tú también, hombre, que buena falta nos hace a todos.
Un saludote.
Don Melón: La caída sigue en Juaritos. No te la pierdas, merece la pena. Y la actriz principal, muy guapetona. Alegra la vista entre tanta caída.
Actualiza cuando puedas tu blog, no te agobies. Esto es sólo un entretenimiento. Te sigo de cerca. A ver si nos vemos pronto y nos tomamos una chela.
Saludotes.
Yo se que ya es tarde para esto, se me paso mi chance de verla en el cine, pero sera que es muy buena?, mas bien la pregunta es que tan buena es la pelicula?, asi como para buscarla y comprarla para la coleccion, tu que opinas richard?
atte. felix ( el nuevo bloggerososo)
Merece mucho la pena, Félix. Ya está en dvd dando vueltas por ahí, y es una película que merece la pena comprar y ver varias veces. Seguro.
Un saludote.
Ricardo.
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