Compré este volumen, La venganza de Maiwa, en la sección de ofertas de una librería de Madrid. No venía solo, sino que lo acompañaron tres volúmenes más de este soberbio escritor. Todos juntos me costaron tres perras gordas.
Desde mi adolescencia, Hery Rider Haggard ha sido mi autor favorito de novela de aventuras. No me considero un experto del género, no soy un Fernando Savater en la materia, pero he leído a unos cuantos, como los hemos leído casi todos. Rider Haggard siempre ha sido mi favorito, quizá por esa mezcla tan sabia que tenía para mezclar aventura, violencia, peligrosidad y lirismo con una fina y recreación de la vida de los pueblos africanos. Todo empezó con un profe de inglés que nos mandó leer a los 15 abrilitos una adaptación en inglish pitinglish de Las minas del rey Salomón. Como yo tenía por casa una traducción de la obra completa, me dije: "Voy a leerme esta coña marinera para enterarme bien de qué va este rollo". ¡Las minas del Rey Salomón! ¡Con la de veces que me había tragado la peli de Stewart Granger y Deborah Kerr en matinés de domingo! Comencé el libro y descubrí que la película nada tenía que ver con la novela, descubrí a un gran poeta de la vida africana, y descubrí sobre todo al gran personaje de Rider Haggard: el inolvidable, amargo, viejo y resignado cazador Allan Quatermain, a quien los zulúes llaman Macumazán, "el hombre que vela durante la noche". Desde aquella sorpresa inicial, he comprado todo cuanto ha caído en mis manos de Rider Haggard, sobre todo si la novela pertenecía al ciclo protagonizado por Quatermain. Y no ha sido fácil, porque salvo la historia del tesoro de Salomón, Rider Haggard ha sido un autor publicado en España con cuentagotas.
Esta La venganza de Maiwa es una obra menor dentro del ciclo de Quatermain, sin los elementos más líricos, románticos y fantásticos que adornaron las mejores novelas de este autor para este personaje. Cierran este volumen, nacido para ser saldado, tres relatos amenos, pero también poco sorprendentes, en los que Allan Quatermain se enfrenta a las fieras de la selva. Ya iré dando cuenta de los otros tomos en otra ocasión. Aun siendo un Rider Haggard menor, es una lectura que merece la pena. ¿O quizá lo defiendo por nostalgia? (Como dato curioso debo decir que el escritor Alan Moore rescató a Allan Quatermain para su tebeo la Liga de Hombres Extraordinarios, y en la gran pantalla fue interpretado por Sean Connery).
Henry Rider Haggard, La venganza de Maiwa. Ediciones Abraxas. [Allan Quatermain, 3]. Barcelona, 2001.
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