A veces Robert Graves abandonaba su otoñal retiro mallorquín y regresaba a la Pérfida Albión. Esta foto debe datar de 1975, y el autor de Los mitos griegos visitaba los estudios donde se rodaba la adaptación de sus novelas I, Claudius y Claudius the God. Posiblmente rodaban el capítulo III, ¿Qué hacemos con Claudio?, ya que Derek Jacobi (a la izquierda) luce los veintiocho abriles sin maquillaje que contaba cuando se filmó esta producción. Graves parece un abuelito recién llegado de la campiña, perdido en la gran ciudad, que llega a casa de los nietos y los encuentra a todos celebrando una fiesta de disfraces. Esto quizá explique la mirada de Jacobi, que brilla como si hubiera sido interrumpido en mitad de un juego travieso al que tiene ganas de regresar. Robert Graves posa para la foto con una sonrisa llena de cordialidad y de cierta tranquilidad resignada. Parece el abuelito de toda la Humanidad: el mismísimo Saturno en su destierro, que se detiene un instante para beber agua fría del río del tiempo.
jueves, septiembre 16, 2004
CLAUDIO EL DIOS Y SU ABUELITO.
A veces Robert Graves abandonaba su otoñal retiro mallorquín y regresaba a la Pérfida Albión. Esta foto debe datar de 1975, y el autor de Los mitos griegos visitaba los estudios donde se rodaba la adaptación de sus novelas I, Claudius y Claudius the God. Posiblmente rodaban el capítulo III, ¿Qué hacemos con Claudio?, ya que Derek Jacobi (a la izquierda) luce los veintiocho abriles sin maquillaje que contaba cuando se filmó esta producción. Graves parece un abuelito recién llegado de la campiña, perdido en la gran ciudad, que llega a casa de los nietos y los encuentra a todos celebrando una fiesta de disfraces. Esto quizá explique la mirada de Jacobi, que brilla como si hubiera sido interrumpido en mitad de un juego travieso al que tiene ganas de regresar. Robert Graves posa para la foto con una sonrisa llena de cordialidad y de cierta tranquilidad resignada. Parece el abuelito de toda la Humanidad: el mismísimo Saturno en su destierro, que se detiene un instante para beber agua fría del río del tiempo.
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2 comentarios:
Graves es uno de mis escritores consagrados. Un gran intelectual. Es bueno que alguien se acuerde él de vez en cuando.
Ego-
Y no tan de vez en cuando. Mis alumnos se acuerdan de él de una manera cotidiana que ojalá no incomode su sueño de los justos (el de Graves, quiero decir).
Ricardo.
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